- Hay gente que es idiota, y no les gusta o no quieren entender nuestra forma de vida.
- ¿Porqué?
- Porque les molestamos...
Más allá de las novelas de Stieg Larsson, Jonas Jonasson o del genial John Ajvide Lindqvist, Suecia ha sido y es un magnífico campo de cultivo donde se han generado grandes historias humanas y thrillers cargados de oscuridad, plagados de personajes siniestros y obsesivos que ponen de manifiesto que no es oro todo lo que reluce en la bucólica y espectacular Escandinavia.
En “Robo” (“Stöld), la directora sueca Elle Márjá Eira adapta la novela de la escritora, periodista y productora sami, Ann-Helén Laestadius, rodando de un modo muy cercano, casi documental, un filme que nos muestra el día a día de una comunidad que hace mucho tiempo, demasiado, ha vivido con el estigma de ser diferentes dentro de una sociedad bastante cerrada como es la sueca (y la escandinava en general). Los samis han sufrido persecuciones, robos, violencia y ataques racistas, supremacistas y xenófobos desde el siglo XVII y ahora por fin, parece que poco a poco se está tratando de reparar el daño causado.
A la izquierda la directora Elle Márjá Eira. A la derecha, la obra de Ann-Helén Laestadius
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Un día hablaremos con más calma del carácter, la empatía y el modus-operandi de daneses, noruegos, suecos y finlandeses…y si tenemos tiempo, también de los rusos que pueblan las tierras laponas. Tengo la fortuna de poder trabajar con escandinavos muy empáticos que reconocen sin pudor las virtudes y carencias de una sociedad próspera y festiva pero a la vez cerrada y oscura, cuna de artistas, deportistas y sabios, que han revolucionado el mundo con su creatividad y su esfuerzo. Para ir haciendo boca, recomiendo leer las memorias de Ingmar Bergman, para que os hagáis una idea…
Miembros de una familia sami
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A nivel histórico, creemos que puede resultar interesante explicar que el pueblo sami está integrado por unas 100.000 personas, que se reparten en diferentes territorios del norte de Suecia, Noruega, Finlandia y Rusia. La mayoría viven en Noruega, en el norte, y una buena parte también habita el área de influencia de Kiruna, en Suecia (unos 25.000). Tal y como podemos ver en el filme, actualmente los criadores y pastores de renos están viendo su actividad amenazada en buena parte por el calentamiento global y por los conflictos que mantienen abiertos con varios sectores industriales, como la minería (en el filme también aparece el tema) o las energías renovables.
"-Di que hubo un robo"…
Volviendo a "Robo", en el filme de Netflix descubriremos la historia de Elsa (Elin Oskal), una joven sami que quiere ser pastora de renos. Al inicio del filme, será testigo de una acción criminal que parece no importar demasiado a la policía, y que marcará no solo su destino, sino el de su familia y buena parte de su comunidad. La policía le dice que lo catalogarán como un robo y así entierran el tema (nunca mejor dicho lo de enterrar).
Elsa de mayor (Elin Oskal), harta de que le maten renos a su familia
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- Eso que brilla ahí arriba son las almas de los muertos.
- ¿Y la de Nástegállu también?
- Todo aquel que ha vivido en la tierra caminará por la aurora boreal.
Inicialmente Elsa guarda silencio, pero con el paso de los años, decide hablar y tomar cartas en el asunto. Ella quiere seguir los pasos de su padre, compaginando el pastoreo de renos con las clases que imparte en la escuela local. Poco a poco la situación se complicará, un buen amigo morirá, la prensa entrará en acción y la policía empezará a ponerse nerviosa, como es habitual al quedar en evidencia.
La pequeña Elsa, con su querida reno Nástegállu
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Subvenciones, burocracia, política...
La película es sencilla a nivel técnico, en ningún momento se hace lenta y no se anda por las ramas. No es una película efectista ni pretende ser polémica. Es un filme valiente, con un buen guión de Peter Birro que denuncia el racismo y la xenofobia imperante que afecta a los sami, un pueblo donde también impera el machismo, pues los representantes locales critican duramente que una mujer pueda tomar decisiones y plantar cara a la policía y al sistema en general.
Elsa, junto a su abuela y su padre
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También se ponen sobre la mesa los problemas a nivel de subvenciones, de burocracia para con el pueblo sami y la dejadez de los políticos suecos, que hasta ahora no han decidido realmente tomar cartas en el asunto. Será que Estocolmo les cae muy lejos...No podemos ignorar que no hace mucho, los suecos se llevaban a los hijos de los sami y los internaban en centros donde les obligaban a aprender sueco por la fuerza, ignorando sus costumbres y su historia.
La escritora Ann-Helén Laestadius
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En las escuelas les pegaban con una regla si no hablaban correctamente el sueco, algo que, lamentablemente, muchos pueblos de Europa han sufrido durante demasiado tiempo. En muchos casos, pocas cosas han cambiado y aunque no sean noticias que acaparen titulares a nivel internacional, el problema sami ha marcado un antes y un después en la historia de las tierras situadas al norte de Suecia. El filme de Elle Márjá Eira se hace eco de estos detalles siniestros, mostrándolos al espectador de un modo directo, sin recrearse en el dolor, sin regodearse en la violencia gratuita y sin caer en el victimismo.
Magnífico retrato en blanco y negro de la directora Elle Márjá Eira
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Una mención especial se merece nuestro querido elemento blanco. En “Robo” la NIEVE se convierte en un protagonista muy importante, cobrando especial relevancia en las escenas de pastoreo y en las persecuciones con motos de nieve, donde las arriesgadas maniobras acaparan nuestra atención. La vida en el norte de Suecia es muy dura y la nieve permanece buena parte del año, obligando a los sami y al resto de habitantes a adaptarse a unas condiciones climatológicas extremas. La película nos muestra como son las casas, las escuelas, como son sus ferias, sus vestidos, su música y su arte. También descubriremos como se realizan las labores del hogar y sobre todo, como vive la comunidad sami y como trabajan los pastores de renos, que viven enfrentados al resto de habitantes del norte debido a sus tradiciones y costumbres.
La película explora el lado más oscuro de los habitantes de la Laponia sueca
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- Eres la única que nos defiende y todo el mundo te critica.
El filme también nos habla de la capacidad de resistencia y de resiliencia del ser humano y de la estupidez en general…algo innato en la raza humana. También habla de la redención, el perdón. Lo más triste, es que parece que no hemos aprendido muy poco de nuestros errores. Hoy en día seguimos enfrentados a nivel social, político e ideológico en gran parte de nuestro planeta, ya sea en Norteamérica, en Tierra Santa, en África, en Asia o incluso en nuestro propio país…Y así nos va. Falta mucho diálogo y tolerancia. El odio hacia lo que es diferente prevalece por encima del sentido común y el respeto.
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Otro de los aspectos críticos donde incide el filme es la dejadez e incompetencia policial (ojo al momento en el que se atribuyen una investigación que nunca ha existido) y la mercantilización (o comercialización) de la cultura sami, realizando una interesante reflexión. En un momento de la película, durante una feria, una turista se acerca a Elsa y a una de sus compañeras y les pregunta si puede hacerles una foto, como si de una atracción turística se tratase. Algo similar ocurre con los Amish en el este de los EEUU o con las mujeres padaung (mujeres de cuello de jirafa) de la étnia o tribu kayan en Tailandia.
Elsa, junto a hermano Mattias, interpretado por Lars-Ante Wasara
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Todo sea dicho, actualmente se están realizando muchos esfuerzos para fomentar instituciones culturales samis, compensando la represión de hace tan solo unos años, promoviendo la lengua y la cultura. En 1993 se dió un primer paso reconociendo el sami como la primera lengua de dicha población (por delante del sueco), estudiándose en varias universidades de diferentes países del norte de Europa.
Gracias Netflix por apostar por una temática desconocida por el gran público, con valentía y con rigor. Y ya que hablamos de Netflix, adelanto al personal que en breve hablaremos de “El duodécimo hombre”, un filme noruego de montaña bélico, que nos habla de saboteadores, de nazis y de supervivencia durante la Segunda Guerra Mundial.
Con nuestros agradecimiento a Swissinfo.ch, Netflix, Eugenia Fierros, IMDb.com y Turismo de Noruega.
Mas información en:
https://www.visitnorway.es/tipico-de-noruega/el-pueblo-sami/
https://www.swissinfo.ch/spa/suecia-quiere-levantar-el-velo-sobre-el-doloroso-pasado-de-su-minor%C3%ADa-sami/48501442