La historia de Spyder es de esas que se podrían estudiar en las escuelas de negocios porque contiene elementos que la convierten en muy interesante. De hecho, hay un caso de Harvard sobre esta marca del año 2004 escrito en parte por una española.
Yo tuve conocimiento de su existencia a mediados de los 90's, pero sus inicios se remontan a 1978, cuando David Jacobs, su fundador, cansado de la poca variedad que había entonces, empezó a fabricar ropa en su casa para los niños que competían.
Este emprendedor canadiense empezó su andadura en el mundo del esquí como corredor, llegando a ganar el título de descenso de su país en 1957. Su vínculo con la competición viene, por tanto, de lejos. Mientras competía se licenció en Matemáticas y llegó a estudiar un año de ingeniería mecánica en la prestigiosa MIT. Pero en su cabeza sólo había sitio para el esquí.
Tras una joint venture con Bob Lange y trabajar para Lange en Canadá, la compañía se unió a Lange USA y David Jacobs se fue a vivir a Colorado. Allí es donde empieza la historia de Spyder. Los hijos de Jacobs competían y su padre estaba cansado de tener que comprar siempre la misma ropa. Pensó que podía hacer algo mejor y venderlo a los demás corredores. Empezó con jerseys, que tuvieron mucho éxito y pasó a hacer pantalones. Uno de los primeros modelos eran azules con rayas protectoras amarillas, que la gente empezó a llamar "spider pants" por su parecido con unas patas de araña.
Estos son los pantalones que cambiaron el curso de la marca
Este hecho no pasó desapercibido para David Jacobs. Sin buscarlo había encontrado un nombre y una imagen potentes y decidió cambiar el nombre de su empresa por el de Spyder (con y). ¿Por qué? Jacobs era un gran aficionado a los coches y lo hizo en honor del Ferrari Spyder. Además, odiaba a las arañas y en particular a la viuda negra, por lo que pensó que ese tenía que ser su logo. Si él sentía pánico por esa imagen, seguro que la gente la recordaría. El tiempo le daría la razón.
Esta es la araña en la que se basó Jacobs para su logo, la viuda negra
Primer catálogo de la marca
Empezó como una pequeña compañía de venta por correo y siguió creciendo durante dos años hasta que el volumen de ventas le impidió continuar desde su casa. En el momento en el que los productos de alta tecnología del esquí de competición fueron demandados por los "turistas", las ventas se dispararon.
En 1984 uno de los hijos de David, Jake, dibuja la primera telaraña en un mono de competición. Estos diseños perduran en nuestros días y han convertido a Spyder en una marca perfectamente reconocible, tal como quería su fundador. De hecho, diría que es la más identificable del mercado. Este, para mí es uno de los puntos clave en el desarrollo del negocio, la visibilidad del producto y demuestra la visión que tuvo Jacobs cuando refundó su empresa. Jake se formó en temas de diseño textil en Japón y pasó una temporada en Nike para acabar volviendo a Spyder
Y este es el mío :-)
El esquí recreacional se fue convirtiendo en su gran mercado (actualmente ronda el 90%), pero siempre tuvo un ojo puesto en la competición. Prueba de ello es que se convierte en proveedor del US Ski Team en 1989, colaboración que le llevó a más que doblar las ventas en la época y se mantiene en la actualidad junto con la del equipo canadiense. Este patrocinio ha dado no pocos triunfos desde la época de Tommy Moe y Piccabo Street hasta los últimos años, con superestrellas de la talla de Bode Miller, Lindsey Vonn, Ted Ligety, Julia Mancuso o Mikaela Shiffrin, pasando por los múltiples del equipo austríaco a principios de este siglo durante sus años de colaboración.
Su búsqueda por un producto cada vez mejor le lleva en 1994 a patentar el mono de competición más rápido de la historia, fabricado con la tecnología Speed Wire, capaz de reducir la resistencia aerodinámica hasta un 40% en pruebas de velocidad. No obstante, la FIS los prohibió en 1997 porque consideraba que daba ventaja a los corredores que los llevaban.
Con la llegada del freestyle, Spyder fue abriendo nuevas líneas de productos de la mano de Kent Kreitler, adaptándose a los nuevos tiempos y cubriendo todas las disciplinas del esquí alpino, hasta convertise en la mayor compañía especialista de esquí del mundo que es en la actualidad.
El espíritu racing sigue presente, pero la transversalidad es total y gente como Chris Davenport o la nueva enfant terrible del esquí, Sierra Quitiquit, también son imagen de la marca.
Sierra Quitiquit
El logo sigue siendo la araña, pero ha sufrido pequeñas modificaciones a lo largo de su historia. La más importante y reciente, la aparición del logo para prendas de chica, una manera distinta de representar a la viuda negra:
Y hablando de logos, así luce la verja de la casa de Jacobs en Boulder
Esta es quizás la imagen más conocida de la marca, Julia Mancuso
Un anuncio con Daron Rahlves para cerrar esta pequeña historia de un enorme emprendedor, David Jacobs, un gran esquiador que supo canalizar su pasión hacia el mundo de la empresa hasta convertirla, no sin dificultades y largos capítulos de compra-ventas y entradas de socios capitalistas para poder crecer, en el imperio que es hoy en día: