Como comentaba hace unos días la estación ya ha dado por finalizada la temporada. Pero cayeron unos dedos de nieve durante la semana, por lo que Jairo y yo hemos salido a dar una vuelta a ver qué tal.
Aunque, lógicamente, hay zonas con poca nieve, se puede salir foqueando desde el coche.
La mañana ha sido un pelín más fría de lo esperado en estas fechas, y en la parte alta soplaba una brisilla que bajaba un poco más la sensación térmica. En los árboles se podían ver los rastros de la lluvia engelante que siguió a la nieve.
La parte alta ha sido un visto y no visto, ya que el viento no dejaba lugar a mucho relax. Quitamos focas y bajamos por la pista roja hasta la zona intermedia donde en temporada funciona el bar La Palombière. La nieve en la bajada era una alfombra que ni pisada hubiese quedado mejor. Peeero, estaba durilla! Hemos bajado disfrutando, pero sin dejar apenas huella! 😄
Pero por supuesto, teníamos que almorzar así que, buscando un sitio donde el viento no apagara la llama, encendimos el campingaz y nos dimos un pequeño homenaje con txistorra de Arbizu, queso, morcilla casera y vermú El Bandarra. Luego de un café japonés, fue momento de bajar lo que nos quedaba de pista hasta el párquin. La nieve había finalmente comenzado a aflojar por lo que hicimos los mejores giros del día (o habrá sido el vermú, nunca lo sabremos ) Llegar hasta el coche esquiando ha sido un lujazo en esta revuelta temporada.
Para cerrar, os dejo dos vídeos de Jairo, el Relive y la primera parte de la ruidosa bajada...