Afortunado
adjetivo
Que tiene fortuna o buena suerte.
Algunos dirán que los sueños sueños son, y restan en la eternidad de nuestra imaginación simplemente para soñar. Afortunados nos dirán a los que, persiguiendo sueños imposibles, de vez en cuando los convertimos en realidad. No es fácil ser afortunado, a menudo, los que solo sueñan, nos confundirán con seres tocados por la suerte, favorecidos y según como, envidiables. Bendecidos o afortunados, solo sé que esta semana algunos sueños se cumplieron para aquellos que los buscaron con tenacidad.
Creedme si digo que dejé escritas estas palabras en mi app de notas del iPhone en un bar de Seceda a las 17h del viernes 23 de febrero, mientras recuperaba mi respiración y dejaba secar todo mi equipo de esquí bajo una nevada que, por el momento, ya acumularía unos 60cm de nieve nueva.
Esta es la historia de un grupo de 6 italianos y un catalán, afortunados de estar en el momento y en el sitio adecuado.
Seceda – Val Gardena: La gran nevada
Viernes por la mañana y las previsiones se cumplían a raja tabla, de buena mañana el valle de San Pietro nos recibe con una nevada que se iría intensificando a lo largo del día, y que se alargaría hasta el domingo 25 con algunas pequeñas interrupciones.
En Seceda la acumulación de nieve empieza a ser consistente. Sella ronda cerrada por temporal desde primera hora, así que cogemos el Skipass de Val Gardena- Alpi di Siussi, que no es decir poco.
A partir de aquí dejadme que escriba poco y deje paso a las imágenes.
El funicular de Furnes-Seceda siempre es el comienzo de una gran historia. Un día de powder canadiense en el corazón de las Dolomitas, una jornada de leyenda Freeride en la meca del pisado de pistas; el mundo al revés durante 3 días, con unos cuantos afortunados que supimos estar en lugar y momento exactos para disfrutar de una experiencia para recordar.
En la cima de Ceceda, los colosos de roca se dejarán ver por primera y última vez en lo que va de jornada. Nos refugiamos en el bosque de Col Raiser donde la visibilidad mejora considerablemente.
Val Gardena y la Saslong nos reciben con copos de nieve enormes y acumulados que rondan los 20cm de una nieve seca que nos permite flotar y disfrutar como niños pese a la mala visibilidad.
Nieve por las rodillas en La Saslong, una de las pistas más pisadas y cuidadas de Europa
Alegría y felicidad en todos los presentes. Val Gardena empieza a parecerse a sitios tan exóticos como Alaska o Canadá.
Buscamos refugio para secar los guantes y la máscara, beber algo y seguir adelante.
Los bosques de Val Gardena sirven de refugio natural para los más intrépidos. En cotas altas la cosa se ha puesto seria y ya se ven acumulados de cerca de 50cm .
Hay que volver a Seceda por Furnes, algunos dirán que la cosa acaba aquí, para nosotros ahora empieza lo mejor,
Caras de agotamiento, sentimientos de felicidad extremo.
La Longia y de 10km y sus bosques fueron el escenario de las ultimas batallas del día; no dejéis escapar la oportunidad de dejaros caer por Seceda alguna vez a la vida.
Última subida de la jornada en el teleférico de mis sueños. Si me hicieran elegir un solo remonte para poder coger el resto de mi mida, este sería el teleférico de Furnes.
Los 3 últimos supervivientes, los afortunados de verdad, los buscadores de sueños.
Concluimos una jornada que recordaremos toda la vida. Al final del día todo eran abrazos y felicidad, daba igual el agotamiento, el dolor de piernas o estar mojados como si saliéramos de una piscina con ropa; este día lo recordaremos durante mucho tiempo.
La llegada a casa fue complicada, en el pueblo, unos 1200mts, se acumulaban unos 40cm. La copiosa nevada continuó durante toda la tarde y a eso de medianoche seguía acumulando más y más cm.
Val Gardena-Corvara-Alta badia-la Villa: Un brindis para los afortunados
Fortuna
Encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito.
La fortuna sonríe a los que la buscan. Despertador a las 7 a.m para afrontar uno de los días más épicos que recuerdo. Las Dolomitas nos recibían con más de 80cm y cielos despejados, veamos que nos depararía el día.
Observar los colosos de roca nos va bien para recordar que no estamos en Alaska. El sol luce con fuerza, pero las nieblas cubriendo el imponente Sassolungo nos recuerdan que la cosa no ha terminado aún.
Camino hacía Corvara se escuchan los petardos resonar entre las rocas, los helicópteros con las campanas trabajan sin parar con los aludes. El paisaje es de cuento.
La llegada a Alta Badia es de postal, y ya no quedan palabras para describirlo todo. Las colinas nos reciben con paisajes más propios de la Laponia. No dudéis en pasar por esta zona alguna vez en vuestras vidas.
Camino hacía el paraíso, la Gran Risa nos espera más allá de las colinas y los bosques de hadas. La tranquilidad y paz que da esta zona son indescriptibles, aquí no llega ni 1/3 de la gente que esquía en el dominio.
No dudéis en tentar a la suerte alguna vez en vuestras vidas; puede haber recompensas enormes escondidas
La nieve es de escándalo. Esta zona es muy peculiar y diferente del resto del domino.
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La imponente gran Risa a nuestros pies. Camino hacía la Villa, punto más alejado a nuestro origen de toda la jornada.
A medio trazado de La Gran Risa, con el valle de Badia al fondo.
Toca ir regresando via Corvara y Colfosco. Las piernas no dan para más y estamos lejos de casa. Aún nos queda la espectacular pista Dantercepies que nos llevará directos a Selva di Val Gardena.
Ultimas luces en el Valle de Ortisei. Puedes ir todo lo lejos que uno quiera, pero siempre vuelve a Seceda.
Ultima bajada para los afortunados, la Saslong a última hora del día y con 50km a las piernas, precisa no solo de pasión por este deporte sino también de técnica y nivel. La felicidad se puede ver en los gestos.
Esto es todo señores. La verdad es que no tengo más palabras para describirlo. Solo espero que todos los amantes de esta locura llamada esquí, puedan vivir alguna vez una jornada como la que hemos disfrutado nosotros. El tercer día amaneció nevando, con pruebas de la FIS en Val di Fassa canceladas y aludes descontrolados, así que decidimos recoger y hacer camino hacia casa.
Recordar que la fortuna se busca, y hay veces que uno, hasta puede llegar a encontrarla.
Records des de Seceda, amics.