Pajares y San Isidro disfrutan de más de un metro de nieve

Sobrepasado el boom de todos los arranques de temporada (sea cual sea el mes de inicio) las estaciones de la Cordillera Cantábrica recobran un funcionamiento que se podría calificar como normal . Valgrande-Pajares y San Isidro disfrutan de espesores de más de un metro y casi todas sus pistas abiertas, pero el descenso en la afluencia permite que en un sábado como el de ayer, los esquiadores no esperen más de ocho o diez minutos de espera para tomar los medios mecánicos más concurridos. Y, lo mejor, pueden descender por las pistas con cierta holgura, al menos sin la sensación de encontrarse en la playa de San Lorenzo en pleno de mes de agosto.

La excepcional calidad de la nieve de mediados de semana fue dejando paso a otro tipo más húmedo a medida que se ha ido produciendo un ascenso de las temperaturas. Ayer sábado la nieve era de calidad húmeda pero ya se apuntaba la previsión para hoy de que se transforme de nuevo a polvo coincidiendo con un descenso en el mercurio y la entrada de un frente que puede dejar nieve en la cota 1.200.

Pajares dispone de 14 kilómetros de pistas, cuatro telesillas y dos telesquís en funcionamiento en la zona media y alta de la estación. Los nueve grados sobre cero a medio día solo podían deparar ayer nieve primavera con espesores entre 60 y 100 centímetros.

San Isidro mantiene 19 kilómetros de pistas con 11 de sus 12 medios mecánicos en funcionamiento, incluidos los de la zona de Salencias y espesores entre 30 y 100 centímetros.

Por su parte, Leitariegos oferta cuatro de los seis medios mecánicos con espesores entre 10 y 40 centímetros de nieve polvo sobre más de tres kilómetros de pistas en funcionamiento.