Una estrella del deporte se convierte en leyenda su mayor rival termina siendo ella misma. Cuando el resto de oponentes son capaces de arañarle algún punto, algún partido, alguna carrera... Pero la gloria ya está conquistada y solo le queda probar lo lejos que puede llegar en la Historia. Ahora mismo podemos disfrutar de varias leyendas en activo, intentando destrozar todos los límites establecidos. Roger Federer, Leo Messi, Sébastien Loeb... Y, por supuesto, Lindsey Vonn.
La americana cuajó en la pasada campaña su cuarto globo de cristal absoluto. Lo hizo con una autoridad incontestable, dejando encarrilado el triunfo desde los primeros coletazos de la Copa del Mundo, con aquella semana fantástica americana en la que, entre Beaver Creek y Lake Louise, ganó cuatro carreras en cinco días.
Aún con un colchón tan amplio, Vonn se permitió pocos errores. Terminó la temporada con doce flamantes victorias a las que hay que sumar tres segundos puestos y dos terceros. Es decir, que subió al podio en 17 de las 37 carreras totales que constituyeron la pasada Copa del Mundo.
La arrolladora estadística cristalizó, además del premio gordo, en otros tres globos de cristal en Descenso, Supergigante y Combinada, además del segundo puesto en la clasificación final de Gigante, que ganó la alemana Viktoria Rebensburg. Solo el Eslalon, coto privado de la austriaca Marlies Schild, quedó fuera de los dominios de la bala rubia. Vonn ya compite en otra categoría. Está la Copa del Mundo masculina, la Copa del Mundo femenina, y la Copa del Mundo de Lindsey Vonn. Y no hay razones para aventurar que esta inercia vaya a revertir. De hecho, la americana se ha permitido la machada de retar a los hombres a un Descenso de tú a tú.
Lejos queda, pues, aquella extrañísima 2010-11, en la que Vonn perdió por tres puntos el gran título ante la alemana Maria Riesch, pese a haber ganado más carreras y haberse llevados tres globos de cristal en especialidades (Descenso, Supergigante y Combinada). Por aquel entonces, todo conspiró en contra de Lindsey en las finales de Lenzerheide (Suiza). Riesch se benefició de la cancelación del Gigante y el Supergigante; y en el Eslalon, la última carrera, arañó un cuarto puesto que le dio los laureles del triunfo.
Pero ahora Riesch es menos Riesch. De hecho, ahora es Hoefl-Riesch, su nuevo apellido de (suponemos que) felizmente casada. Y Vonn es más Vonn, pese a que la pasada campaña tuvo que superar la ruptura con su novio y entrenador. Y a esta Vonn mejorada, que para evitar repetir el disgusto llegó a las finales de Schladming en marzo con el título atado y bien atado, no hay quien le tosa.
Así que, como decíamos, la gran rival de Lindsey Vonn es ahora Lindsey Vonn. Durante el último año ya ha conquistado varios récords, y aún le quedan otros a tiro. Los seis requisitos para poder dejar su nombre como el de la mejor esquiadora de todos los tiempos:
- En la 2011-12 se llevó el triunfo absoluto con 1.980 puntos, 578 por encima de la subcampeona Tina Maze... y batiendo el récord de puntos cosechados en una temporada, que hasta entonces ostentaba la croata Janica Kostelic con sus 1.970 de la 2005-06.
- Con su primer puesto en el Descenso de Garmisch-Partenkirchen, Vonn llegó a la "barrera Tomba": las 50 victorias en Copa del Mundo. Solo seis esquiadores en toda la historia han logrado la proeza. Además, la americana tiene a punto convertirse en la mujer con más victorias. Ahora mismo acumula 53, solo superada por los dos grandes mitos del esquí femenino: la suiza Vreni Schneider (55) y la austriaca Annemarie Moser-Proell (62).
- En cuanto a podios, está a punto de superar la barrera de los 100. Cuenta 97, y es la cuarta esquiadora en el ránking histórico.
- Sus doce victorias en la 2011-12 son una hazaña solo superada por las catorce de Vreni Schneider en la 1988-89. Aunque Moser-Proell ganó once en la 1972-73 habiendo solo 24 carreras en el total de la Copa del Mundo (en aquella época no existían el Supergigante ni la Combinada), y las de Schneider son sobre un total de 29.
- Sus cuatro campeonatos en la Copa del Mundo la dejan segunda en el ránking histórico, aunque lejos de los siete de Moser-Proell. No obstante, sí es la esquiadora que más globos de cristal en especialiades acumula, con doce, por encima de los once de Schneider y los diez de Moser-Proell.
- Curiosamente, todavía no es la esquiadora con más globos de cristal en ninguna de las especialidades concretas. Tiene cinco en Descenso (por siete de Moser-Proell), cuatro en Supergigante (por cinco de Katja Seizinger) y tres en Combinada (por cuatro de Janica Kostelic). Sí es la esquiadora con más victorias en Supergigante (18 ), y la segunda en Descenso (26)... Una vez más por debajo de Moser-Proell (36). La sombra de la mejor velocista de todos los tiempos aún es imponente.
Hasta aquí llegamos por hoy. No será la última vez que le cantemos alabanzas a Lindsey Vonn, eso seguro. En los próximos posts nos ocuparemos del resto de esquiadoras y de los hombres. Pero como he dicho antes, la americana compite en una categoría aparte. Y por tanto se merecía una entrada aparte.
(PD: Me gustaría pedir disculpas, especialmente a los ávidos buscadores de imágenes picantonas que Google siempre arrastra cuando titulas "Lindsey Vonn", por la elección de una foto en la que la susodicha aparece tapadita, con la figura sin marcar e incluso un gorro que eclipsa su hermosa melena rubia. Quizá en verano, cuando no haya nada mejor de lo que hablar...)