Las preguntas que se hace todo el que está aprendiendo a esquiar están llenas de “dóndes” y “cuándos”: ¿Cuándo extiendo? ¿Dónde flexiono? ¿Cuándo clavo el bastón?... La mayoría de las veces no es tan importante saber cuándo o dónde se lleva a cabo un gesto, sino para qué sirve. Así se comprende mucho mejor y es posible que no haya ni que pensar en el momento o el lugar en el que hacerlos.
Pensar el lugar o el momento de hacer algo suele ser complejo mientras aprendemos, ya que nos movemos en planos inclinados que van cambiando a lo largo de la curva. Eso requiere de una gran capacidad de abstracción espacial y encima tener que utilizarla en momentos de tensión. Por el contrario, saber exactamente para qué sirve una cosa hace que relacionemos automáticamente cada acción con sus consecuencias, y de ese modo nos ayuda a interiorizar mejor los gestos, adaptarlos a las circunstancias cambiantes y a aprender posteriormente nuevos patrones más fácilmente.
Veamos a continuación algunas de los gestos sobre los que con mayor frecuencia se pregunta en los foros “dónde” o “cuándo” llevarlos a cabo y, sin embargo, saber “para qué” se hacen suele resultar mucho más útil.
Así, por poner un ejemplo, si un alumno que aprende paralelo básico nos pregunta "cuándo extender", quizás sea más efectivo aconsejarle que se olvide del "cuándo", y explicarle que, al extender en determinado momento del viraje liberará la presión de sus esquís y, éstos, iniciarán así más fácilmente la nueva curva. Una vez se comprende la función de un movimiento, las preguntas encuentran una respuesta fácil... ¿Cuándo ejecutar, pues, cualquier gesto? Cuando lo encontremos necesario.
¡Buenas huellas!
Carolo © 2013