Unos copos, tan solo unos centímetros y lo cotidiano pasa a ser extraordinario, las monótonas calles se llenan de luz, las viejas piedras renacen ante nuestros ojos y lo que antes era solo un pueblo mas se convierte en el escenario de un grato paseo sintiendo el áspero crujir de la nieve.Tarde de paseo por ......
Quione nos deja asomarnos a su pueblo y pasear junto a ella y junto a Lúa.El vuelo del Ganso
Luchando contra un trancazo del quince pero con visos de ir ganando la batalla, esta mañana me calcé las botas de montaña, las polainas y el chándal (sí, vivo en un pueblo, qué pasa ) y me eché a las blancas calles, a gozar este paisaje inaudito.Mi urba:
Calles del pueblo:
Estela visigoda (siglo VII) de la antigua Armántica, en primer plano, y, al fondo, antiguas caballerizas del duque de Osuna (siglo XVII, creo)
Donde antes había bichos de los que cocean, hoy hay...
Restos de la muralla árabe:
Cartuja (siglo XVI), escenario de numerosas películas, como Alatriste:
El ábisde (románico) de la iglesia de mi pueblo, con la Cartuja a la derecha.
Ermita de la Soledad... aunque Lúa no parece sentirse ni triste ni sola:
El puente romano, siglo II:
El Jarama, rodeado de chopos bajo el puente:
Lúa me espera (a veces):
Ella y sus amigos son incontrolables!!
Pero nos gusta vivir en un pueblo con tanta historia... ¡aunque apenas nieve!
Gracias Quione