Esta es la historia de 2 frikis de la nieve, que emprenden un viaje desde Valencia a Masella (Gerona), para esquiar una jornada y regresar.
Se que hay gente a la que no le encaja de ninguna manera, semejante páliza a kilómetros y horas de conducción por un día de esquí. Yo también soy de los de ir a esquiar un fin de semana entero o más, aunque a veces por trabajo o por la familia prefiero conformarme con un simple "sube y baja". Pero no todo el mundo piensa así, claro. Hace años cuando era camionero y conducía trailers durante 10 años, ya me tocaba hacer esas maratonianas jornadas y no me quejaba, ya que era mi trabajo. Pues ahora lo hago a veces, por el hobbie de la nieve, que desde luego es mucho más divertido que hacerlo por trabajo. Reconozco que aparte de gustarte mucho la nieve, te tiene que gustar mucho el volante para hacer un sube y baja de 1000km, porque si eres de los que conducir les da pereza, es completamente inviable.
Dicho esto, salimos a las 4:00am y a las 8:30 ya estabamos por Masella abriendo pistas. Hay que decir que ahora desde Valencia, es casi todo autopista y solo un tramo de peaje de 4 euros, eso sí, sin olvidar el atraco del túnel del Cadí de 5km y 12€ euros (solo ida), al que por lo visto todavía le quedan 14 años de concesión.
No nos desviemos del tema: el esquí. Las primeras bajadas estábamos completamente solos, no parecía ni la semana de Navidad.
Lo cierto es que había bastante niebla en la parte alta y algo de viento. A priori no pintaba muy bien el día. Teníamos miedo de pinchar este "sube y baja", de que no hubieramos acertado con la meteorología.
Lo bueno es que en la parte baja la visibilidad era total, y te permitía volar!
Al mal tiempo buena cara.
Aquí venimos a darle caña!
Para un esquiador, vivir en Valencia no ayuda mucho que digamos, la playa la que quieras, nieve...poca. Lo único bueno de vivir en Valencia es que, a lo hora de programarte un viaje a la nieve, lo puedes hacer a casi cualquier estación del Pirineo, o del centro y sur de la península ibérica. Digamos que todo nos pilla más o menos igual de lejos jaja, a la misma distancia, sobre 5 horas.
Para este sube y baja la meteo era mala en casi todos los sitios, pero Masella+La Molina escapaban más de las nubes. Es por ello que elegimos venir aquí, además de que fue todo un acierto. Aquí el sol casi siempre acaba saliendo.
En este viaje me acompañó el gato Sisco Cumplido. Un fiera del deporte, que le he visto crecer como snowboarder y que tiene una pasión por la nieve bestial.
La verdad es que por culpa del COVID y las aglomeraciones, estas navidades no tenía planes de esquiar ningún día. Pero oye, la final el gato montés siempre tira para su madriguera.
Una jornadita de esquí no hace mal a nadie, ¿verdad?
La anécdota de la jornada, fue encontrarnos con Jordi del blog "Ski The East". Gran tío claro que sí!! Compartimos algunas bajadas y sus correspondientes conversaciones. La verdad es que me encantó poder charrar un poquito con él, fue para mí todo un placer conocerle un poquito más, porque creo que solo de leerle en su blog...ya le conocemos todos bastante!!
Tras esto, Sisco y yo continuamos nuestro camino. En esta ocasión bajamos la bonita pista Isards de Masella...
...mientras el cielo comenzaba a despejarse.
Fue entonces cuando decidimos volver a la taquilla de Coma Oriola, para cambiar de forfait. Resulta que como a las 9:00 hacia un tiempo chunguillo, no nos quisieron vender el forfait de Alp 2500 para poder pasar a La Molina. Nos dijeron que hasta que no pasara una horita y se confirmará la apertura del telecabina de conexión entre La Molina y Masella, no podían vendérnoslo.
Como esto se confirmó, pagamos 4 eurillos más en taquilla y pudimos llegar a La Molina, donde el sol brillaba con fuerza.
Ahora Sisco y Richard si que iban a disfrutar de lo lindo. En total habían 113km de pistas abiertas, un 78% de todo Alp 2500. No estaba nada mal!!
Cielos azules y remontes vacios, no había comparación respecto a Masella jaja. Aqui vivimos los mejores momentos del día!
Momentos de soledad en pistas...
... momentos de apretar los cantos...
...momentos de cielos despejados...
...momentos de pura montaña.
Llevaba muchos años sin esquiar en la estación más antigua de España, La Molina, que tiene 79 años de historia. Mis últimas esquiadas en la Cerdanya siempre se las llevo Masella. Pero hoy lunes 27 de Diciembre sería el día, hoy tocaba el retorno oficial de los Gatos a La Molina.
Ya no recordaba la pista Olímpica, una de las dos, que unen Masella y La Molina.
Una pista bonita y larguita entre árboles, que bien recuerda a los Alpes.
Otra pista potente, la Comabella en su parte alta, que se ve a lo lejos al medio justo de la montaña de enfrente. Un auténtico muro de pista, al menos desde lejos impone mucho.
Luego ya, dentro de ella, no deja de ser una roja.
Aunque igualmente impone ...
...por su pendiente continua sin descanso...
..que después se convierte en pista azul.
Puestos a comparar, Masella como pistas de esquí, es un poco mejor que La Molina. Pero ojito porque, en La Molina hay pistas también muy potentes, de las míticas de España. Por ejemplo las negras: Estadi, Barcelona y Els Coms, o las rojas Estadi del Roc, Pastors y Solleill.
Como dominio, la verdad es que Alp 2500 es muy potente en España, más aún sumándole el esquí nocturno de Masella. La oferta de kilómetros de pistas es muy buena. Eso sí, hay que tener en cuenta que, esquiar en el este, tiene sus ventajas y desventajas, para lo bueno y para lo malo. Lo bueno es normalmente una buena meteorología, lo malo, nevadas más escasas y por ende, nieve en pistas más escasa también.
A ver, hoy no era un gran día para alucinar con La Molina, hace tiempo que no cae nieve y esta es escasa.
Pero se intuyen que hay buenas pistas, y sobre todo muchas laderas despejadas de vegetación para el freeride.
Otra de las cosas a valorar de La Molina, es su tranquilidad en pistas, generalmente nada que ver con su vecina Masella.
Volta Muntanya Sagrada, otra pista encantadora entre árboles, que transcurre por un ancho cañón, ideal para que peques y principantes se enamoren de este deporte y de la montaña en sí.
Al medio día la nieve se convirtió en primavera. Con estos calores era de esperar.
Pura crema al más puro estilo de Granada
Fue el momento de subir hasta el cielo de la estación. Como yo todavía no había tenido el gusto de subir, Jordi nos lo recomendó. Tocaba subir por el último tramo del telecabina, que te transporta comodamente desde la misma base de La Molina hasta el Niu de L´Àliga (2537m), pudiendo luego descender hacia Masella o retornar a La Molina.
Es una verdadera obra de la ingeniería, que ha supuesto un gran avance para este magnífico dominio de Alp 2500.
Desde el refugio del pico, la verdad es que las vistas son privilegiadas.
Algunos vimos por allí jugándose el tipo.
Nosotros a lo nuestro, a pistear!
A última hora de la tarde, la nieve se puso "dificililla" por Masella. Mucha nieve dura acompañada de slalom entre montoneras de nieve primavera. Cocktel ideal para una lesión, ojitoo, más vale derrapar que morir jaja, concentración por favor!
La tarde se había quedado estupenda, ya eramos pocos los que quedabamos en Masella, dándole duro al vicio.
La pista Tosa como siempre brillante.
Es espectacular bajar la Tosa...
...con toda la Cerdanya a tus pies!!
Y colorín colorado, este "sube y baja" ha acabado. Fuimos felices y comimos perdices jeje. Gran día de esquiada navideña, ¿mereció la pena o no Sisco?
Hasta la próxima y recordad...SED FELICES!!