Continuamos con la segunda parte de este pedazo de viaje a tierras Escandinavas, concretamente a la Laponia finlandesa. Por aquí os dejo el link de la primera parte del reportaje: https://www.nevasport.com/gatos/art/66057/Bella-Laponia-Levi-1/
Los paisajes de toda Laponia son similares, mucho bosque y bastante plano todo, pero al estar todo repleto de nieve se convierte en un paisaje bellamente demoledor, que contrasta mucho con lo que tenemos en España por ejemplo.
Como os conté, nosotros teníamos nuestro campo base en Rovaniemi. Pero tras esquiar un día en Levi, y hacer las típicas actividades de la zona, decidímos cambiar de aires.
Nos desplazamos 2 horas en coche al norte de Rovaniemi, para pasar la noche y poder esquiar al día siguiente en Ylläs, la estación más grande y con más desnivel del país.
Alucinamos con el alojamiento. Una habitación con vistas extraordinarias a las pistas, que iluminan cuando no hay luz solar. El hotel os lo recomiendo (Lapland Hotels Saaga***), con un gran desayuno de buffet con de todo, picina cubierta, spa, gimnasio... Aunque solo estuvimos una noche, lo disfrutamos mucho.
Después de cenar, salimos de nuevo a la carretera.
Quería hacer unas fotos nocturnas.
La previsión indicaba que el cielo llegaría a despejarse completamente, tras una mañana y tarde de ligeras nevadas.
Y así fue. Cogimos nuestro coche de alquiler y nos dirigimos a un bosque perdido, que tuviera buena visión del cielo, y estuviera todo a oscuras, sin luces de ningún pueblo. Lo tuvimos fácil ya que en Ylläs apagan las luces de las farolas todas las noches a las 22:00, justamente para eso, para que sus visitantes puedan ver el espectáculo de la auroras boreales.
Ver las auroras boreales no es nada fácil. Es un fenómeno en forma de luminiscencia que se observa con más facilidad en el cielo nocturno, generalmente en zonas polares. Una aurora se produce cuando las partículas solares cargadas eléctricamente (generadas por el viento solar) chocan con la magnetosfera de la Tierra. Esta "esfera" que nos rodea obedece al campo magnético generado por el núcleo de la Tierra, formada por líneas invisibles que parten de los dos polos, como un imán. El resultado de todo esto, son esas espectaculares estelas de color en el cielo nocturno, que es algo mágico y que recomiendo encarecidamente que todo el mundo lo vea alguna vez en su vida.
No voy a negar, que uno de los alicientes de este viaje a Laponia, era justamente ver auroras. Pero sabíamos que iba a ser muy difícil, y que la suerte también es un factor principal. Tras las primeras noches en Rovaniemi sin ver nada, la verdad es que estábamos un poco desilusionados, incluso ya había tirado la toalla. Pensaba que no vería las auroras en este viaje.
Sin embargo, como ya conté en la primera parte de este reportaje, el guía valenciano que tuvimos el día de las actividades de moto de nieve y trineos, era un friki de las auroras boreales, además fotógrafo. Él fue el que me dio las claves para conseguir ver este fenómeno y me animó a conseguirlo.
Las claves son las siguientes:
- Debe ser noche despejada de nubes. Puedes consultar en aplicaciones de móvil, localizaciones donde no van haber nubes.
- Debes apartarte de la contaminación lumínica producida por farolas de pueblos.
- Contra más al norte más posibilidades de ver las auroras.
- Abrígate para esperar el momento y ármate de paciencia.
- Descargar, instalar y consultar la app "My Aurora Forecast" gratuita, donde indica las probabilidades de ver auroras según tu ubicación y el momento aproximado en el que pueden aparecer.
Según la aplicación las auroras podían aparecer en cualquier momento. Yo estaba haciendo fotos nocturnas mientras esperaba, y de repente saqué esta foto. Mis ojos todavía no captaban las auroras, sin embargo el sensor de la cámara si. Enseguida avisé a mi mujer y mi hija, que salieran del coche, el espectáculo iba a comenzar.
En menos de 1 minuto el cielo se volvió de colores. Alucinábamos con la intensidad de las auroras, se veían claramente ya con nuestros ojos.
Habíamos conseguido ver las auroras, nuestro sueño se había cumplido!
No paré de hacer fotos, una tras o otra sin parar.
Mi familia y yo estábamos en estado de éxtasis, mirando a todos lados, con una cara de felicidad inmensa.
La temperatura en ese momento era de -20º grados, pero poco nos importaba, la felicidad era máxima.
Las estelas de color verde se desplazaban de un lado otro.
Se movían lentamente.
Pero como podéis apreciar en estas dos fotos seguidas, con una diferencia de apenas 20 segundos...
... las estelas se movían.
Pero hubo un momento en el que el pico de la intensidad de las luces fue máximo.
Las estelas fueron poco a poco difuminándose en el cielo, hasta que al final desaparecieron del todo.
El fenómeno se acabó pero, nunca olvidaremos las imágenes que nuestros ojos y cámaras captaron. Quien sabe, quizás no volvamos a ver auroras boreales en el resto de nuestras vidas. Pero de momento, nosotros ya las hemos visto.
Con la emoción por las nubes, nos fuimos a nuestro hotel a dormir. Nos acostamos muy felices, pero todavía nos pusimos más contentos al despertar por la mañana, asomarnos al balcón y ver estas vistas.
Eran las 10:30 de la mañana, comenzaba a amanecer aquí en Círculo Polar Ártico. La cosa pintaba bien, pocas nubes en el horizonte.
Así es que desayunamos como marqueses y nos fuimos para pistas.
Ylläs es la estación más grande de toda Finlandia (53kms de pistas) y con mayor desnivel del país (464m).
Al igual que en Levi, las pistas son relativamente fáciles.
Pero el paisaje es un alucine.
Mi hija disfrutó, aunque como siempre, en las primeras bajadas, le costó soltarse.
Este iba a ser un gran día de esquí familiar.
Árboles cargaditos de nieve y la luna llena al fondo.
Me llamó la curiosidad, estas cabañas con fuego, que habían en distintos puestos de la estación, para detenerse y calentarse.
La verdad es que el frío aquí aprieta mucho!
Pero merece la pena, esquiar en Laponia nada tiene que ver a hacerlo en otras partes del mundo.
El pisado de pistas ya lo veis, muy correcto. Calidad de nieve excelente, aquí no existe la nieve dura o el hielo.
Los alrededores de la estación son el parque nacional de Pallas-Yllästunturi National Park, el tercero más grande del país.
La estación, al igual que Levi, se ubica en la típica colina aislada donde caen las pistas en todas las caras, en medio de una planicie. Como el sol no sube mucho en esta época del año, una parte de la montaña es soleada y la otra completamente en sombra.
Todos los servicios y los mejores remontes, se sitúan evidentemente en la parte soleada.
Hoteles, restaurantes, tiendas de alquiler, telecabina, telesillas modernos... tienen de todo en el núcleo de la estación.
A partir de la 13:00 el sol comienza a bajar.
La hora dorada entra en acción.
Poco a poco el atardecer va llegando.
Pero todavía nos quedan muchas bajadas por hacer.
La poca gente en pistas y las nulas colas en remontes, nos hacen disfrutar de lo lindo de una jornada de esquí familiar.
Caritas de satisfacción en los remontes!
Otra vez para abajo.
Las pistas son fáciles y muy disfrutonas.
En la parte alta de la estación, es un espectáculo la luz y el color del sol.
Bajando por la pista central.
La mejor pista de la estación es esta negra de competición.
Era la pista con máxima pendiente, me encantaba.
También habían algunas posibilidades de hacer fuera pistas entre árboles, y algunos itinerarios balizados sin pisar.
Como digo la nieve era seca, y la temperatura de -16º grados.
Seguimos!
Las ultimas bajadas del día...
...fueron las más fotogénicas.
Ya el sol desaparecía. Eran las 14:30.
Como si fuese un vampiro, era justamente ahora cuando más veloz bajaba.
Por aquí os dejo un breve vídeo de esta jornada de esquí.
En algunas partes de la estación, ya el sol apenas se veía.
Última bajada del día. Mi hija ya se lanzaba por cualquier pista.
Estaba muy emocionada.
Pero su padre estaba aun más emocionado, captando estas imágenes tan bellas, de atardeceres mientras esquías.
El sol se escondió en el horizonte.
Pero todavía quedaban algunas bajadas más.
Cuando se fue el sol del todo, a las 15:00, encendieron la iluminación de las pistas principales. La hora de cierre de la estación fue a las 17:00. Realmente el horario oficial de la estación fue de 10:00 a 17:00.
Tras acabar de esquiar, comimos en un restaurante de la estación y regresamos a Rovaniemi. al día siguiente ya regresábamos a España, nuestro avión partía a las 15:00h. Pero no quería desaprovechar el poco tiempo que me quedaba.
Asi es que me fuí a volar el drone y captar imágenes de la Laponia finlandesa.
Por aquí os dejo estás espectaculares imágenes.
La verdad es que ha sido una semana en Laponia, rodeados de nieve, simplemente espectacular.
Tan solo salías de la puerta de casa, y te encontrabas con todas estas escenas.
Me parece increíble como esta gente vive en este lugar y están perfectamente adaptados a todo.
Para los que nos gusta conducir, hacerlo por estas carreteras blancas, es todo un placer!
Estas rodeado de bosques.
Árboles a reventar de nieve.
Caminos de ensueño.
Y luces de sol en constante atardecer.
A los que nos gustan los paisajes nevados, esto es un paraíso.
Incluso hasta la sendas las pisan, o bien para las motos de nieve, o para los trineos de perros, o para hacer esquí de fondo.
Es simplemente una maravilla de paisaje.
Te quedas embobado antes tanta belleza del lugar.
No lo olvidaremos nunca.
Te queremos mucho LAPONIA !!
Hasta la próxima!
Fotos, vídeo y texto