Sigue pintando mal la situación entre Cataluña y Aragón para que se alcance un acuerdo olímpico. Tan mal, que el COE ha preferido anunciar que aplaza la fecha límite para llegar a un pacto que pueda llevar los Juegos a los Pirineos. Alejandro Blanco insiste en que se llegará a un consenso, pero que hay que dar más días para alcanzarlo.
Él mismo había propuesto hace unas semanas que este viernes 20 de mayo fuera la fecha límite para alcanzar un pacto. En una entrevista este jueves en Rac1 recogida por Europa Press, ha explicado que propuso ese día, porque el 1 de junio habrá una visita en Madrid del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), a quien querían mostrarle "cómo estaba la candidatura", pero ha reconocido que no lo podrán tener para entonces.
"Dado que no lo podemos tener, espero que pronto tengamos el acuerdo, prolongamos un poco esa fecha", ha afirmado Blanco, que ha defendido que lo importante es presentar un proyecto conjunto de entendimiento y respeto, en sus palabras.
Ha explicado que en ningún momento se ha hablado de una candidatura por separado de Cataluña: "Haremos el ridículo si vamos uno de los dos por separado", ha afirmado el presidente del COE, al ser preguntado por esta posibilidad.
Blanco ha descartado volver a fijar una fecha límite para las negociaciones, y se ha mostrado optimista para superar las diferencias y llegar a un acuerdo: "Es mejor tener unos Juegos, aunque no te den todo lo que quieres, que no tener nada", ha añadido.
También ha apostado por que la candidatura sea resultado de un acuerdo técnico y no político: "Tenemos que ir con una candidatura técnica, y si alguien quiere hacer una candidatura a su medida se ha equivocado de partido", ha dicho al ser preguntado por si la dificultad para llegar a un acuerdo está en la parte aragonesa.
Blanco ha concretado que la propuesta de reparto de las pruebas de nieve "la hicieron los miembros de la comisión técnica de Aragón", y ha lamentado que la parte aragonesa se echase atrás cuando ya estaba aprobada la candidatura técnica, en la que trabajaron responsables técnicos del Gobierno central, los gobiernos catalán y aragonés y el COE.
Cataluña quería hacerlos en solitario
Cuando se presentó la primera candidatura, la de los Juegos Olímpicos de 2022, se esperaba que en caso de ganarla, Barcelona sería la primera ciudad del mundo en acoger una edición de verano y de invierno. Casualmente ese hito se alcanzó, pero fue logrado por Pekín.
La candidatura no llegó a presentarse por diversos motivos, pero el informe técnico de la Generalitat reflejaba que, en base a los criterios de sostenibilidad que fija el COI, Catalunya no podía organizar los Juegos sin tener que realizar algunas pruebas fuera de su territorio. En los documentos se planteaba adaptar el Pla d'Anyella para el biatlón y esquí de fondo (que tendría un coste de 18,5 millones iniciales y 25,1 de inversión permanente) o construir una pista en Fira de Barcelona de 200 metros de largo por 80 de ancho para el patinaje de velocidad.
Así que el COE propuso a la Generalitat a mediados de 2019 que, para evitar una inversión muy grande, se pudiera sumar Aragón para suplir las carencias del proyecto. Y aquí comenzaron los problemas. Y es que cuando se invitó al Pirineo de Huesca, entendieron que iban a tener sedes principales, y no complementarias. Por eso, esperaban tener pruebas de esquí alpino. La Generalitat pensaba más en llevar allí las modalidades de fondo y biatlón. así como el patinaje en Jaca.
El 1 de abril tenían que ir las tres partes a firmar el acuerdo: DGA, Generalitat y COE. Pero los aragoneses ya no se presentaron.
Ahora la Generalitat quiere retomar el primer proyecto, que hablaba de organizar ellos solos todas las pruebas, excepto algunas que se podrían llevar a Sarajevo.
Mientras tanto, las rivales para los Juegos Olímpicos de Invierno 2030 están aprovechando el desconcierto español para tomar carrerilla. Vancouver, Salt Lake City y Sapporo, que, a diferencias de Barcelona, ya han acogido unos Juegos de Invierno, además ya han recibido a los primeros miembros del COI a los que han enseñado los emplazamientos donde quieren organizar las diferentes prueba deportivas.