Aunque algunos historiadores aseguran que el esquí entró a la península ibérica por Tolosa (Gipuzkoa), la realidad es que nunca se llegó a construir una estación en el País Vasco. Al menos a nuestro lado de la frontera, porque en la parte francesa de este territorio sí que se llegó a contar con un complejo invernal y su propio telesilla.
En el País Vasco francés, a más de 1.300 metros sobre el nivel del mar, en el corazón del hayedo más grande de Europa Occidental, la estación nórdica de Iraty ha mantenido la oferta de esquí y nieve durante más de medio siglo. Ahora sus responsables acaban de anunciar que tiran la toalla después de unos últimos años en que la meteorología no les ha acompañado.
Josy Arrossagaray, responsable de Chalets d'Iraty, la empresa que se hizo cargo de las instalaciones de esquí junto a las de restauración, asegura que la culpa de la decisión es la meteorología,
"El tiempo está cambiando allí arriba, creo que se llama cambio climático. Cada vez tenemos más picos de viento muy, muy fuertes, y eso hace muy complicado gestionar la nieve, y los espesores también son muy impredecibles. Podemos tener variaciones de temperatura en un solo día que nos hagan perder la capa de nieve en un espacio de tiempo muy corto."
La estación de esquí de Iraty-Irati se inauguró en 1968 como un complejo de chalets y turismo al aire libre. Una década después tratan de ampliar la oferta al invierno instalando un telesilla, pero apenas lo pueden poner en marcha por falta de condiciones. Tan solo dos años después lo desinstalan y se orientan al esquí de fondo, y más tarde a otras actividades como las raquetas o trineos.
Estos tres últimos años han sido demoledoras en cuanto a su actividad en nieve. La pasada temporada solo pudieron abrir 8 días, una situación que no ayudaba en nada a las cero jornadas de apertura de la campaña anterior y las tres de la de 2020-2021. Semana y media sumando los tres inviernos no dan para cuadrar cuentas.
A partir de ahora, si se dan las condiciones, se ofrecerá la opción de practicar raquetas de nieve, cuyo impacto en la montaña es mínimo al no tener que marcar las huellas o carriles del esquí de fondo.
Con todo, a nivel general, contando con la actividad de todo el año, no van mal las cosas en Iraty. En lo que llevamos de año han sumado 56.000 pernoctaciones, 1.600 más que el mismo periodo anterior.
Irati llegó a contar con un telesilla. Hoy se queda tan solo con las raquetas de nieve