Contaba Rolf Majcen hace unos años, que quiso enseñarle a su esposa los Alpes, pero como ella no sabía esquiar decidió montarla en un trineo. No se sabe si juntos siguieron explorando aquellas montañas, pero él si que siguió con la afición, hasta el punto de que trazó casi nuevas 60 rutas para hacerse con trineo.
No es la única afición de Rolf Majcen. También es un gran esquiador de montaña, y de hecho fue el primer austriaco en hacerse las tres clásicas de este deporte la Patrouille des Glaciers (2000 y 2004), la Pierra Menta (2001) y el Trofeo Mezzalama ( 2003), y hasta ha competido por Austria logrando en 2004 los primeros puntos de esta modalidad.
Pero ante todo, Rolf Majcen es un Towerrunner, es decir, especialista en carreras verticales o vulgarmente llamado 'escalerista', que como bien da a suponer la palabra, es alguien que participa en competiciones para subir escaleras. Ha participado en 91 carreras en todo el mundo, de las que ha ganado 19.
Todo esto combinado con maratones por varios continentes, así como otras hazañas y retos. Estamos por tanto, ante una persona experimentada, acostumbrada a los deportes y retos. Así que solo él podría haber realizado la extraordinaria hazaña de lanzarse a tumba abierta en trineo desde los 3.265 metros de Punta Rocca, en la Marmolada de las Dolomitas, hasta la cota 1450 de Malga Ciapela.
El descenso ininterrumpido de doce kilómetros comenzó a las 7:44 horas. Sólo 34 minutos más tarde, llegó a la terminal de salida del teleférico de Marmolada, en Malga Ciapela.
En total 1.815 metros de desnivel. Una cifra que ha sido validada como Record Guinness, porque además fue sin parar. Una bajada continua desde el principio al final. Superó la marca de 1.600 metros de desnivel que tenía un suizo.
Rolf Majcen lanzándose a tumba abierta con su trineo a lo desconocido
Un reto extremadamente peligroso
Un récord en trineo podría parecer una hazaña de niños, pero el reto que el pasado 16 de diciembre realizó Majcen a sus 57 años, es extremadamente peligroso por varias razones. La primera de ellas la altura. A 3.265 metros de cota la superficie suele esta muy dura y helada. Cuando Rolf Majcen se lanzó soplaban fuertes rachas de viento de hasta 60 km/h con temperaturas de dos dígitos bajo cero. En ese momento el suelo era literalmente una piedra congelada y resbaladiza. No había opción a error.
Después, hay que tener en cuenta que se lanzó por terrenos desconocidos. Por allí apenas pasa nadie nunca. No hay señales, advertencias ni reconocimiento del terreno. Así que antes de intentar el récord, tuvo que subir varias veces, bajarse el recorrido que quería hacer y mentalizar cada tramo. Saber dónde debía frenar, girar, o 'apretar el culo'. Recuerda a una competición de rallyes, solo que Rolf Majcen no tenía un copìloto que le fuera dando indicaciones. Él mismo lo advertía en su web al finalizar el reto,
“Encontré ráfagas de viento de hasta 60 km/h al empezar y temperaturas de dos dígitos bajo cero provocaron que la nieve en la bajada se congelara con fuerza y dificultara extremadamente que pudiera frenar.
En una pendiente helada y empinada ya no tenía oportunidad de detenerme. Mis muslos ardieron hasta debilitarse, el trineo aceleró inmediatamente a 80 km/h en unos pocos segundos.
Luego, superadas las dificultades y desde Capanna Bill a 1.800 metros de altura, pude disfrutar plenamente de los últimos kilómetros.
Sólo se puede hacer algo como esto si primero se aborda a fondo la gestión de riesgos. Hay que repasar mentalmente cada metro del recorrido, incluso en condiciones difíciles. Sólo una perfecta preparación física y mental puede darte la sensación de seguridad que necesitas durante una tarea extrema”