Chamonix, una experiencia inolvidable
Cuando planeamos un desplazamiento de larga distancia para esquiar, buscamos estaciones con amplio dominio esquiable, que nos aseguren nieve y que nos queden cerca del hotel, apartamento o camping para que nuestros desplazamiento sean lo mas cortos posible una vez ubicados. Pues bien, un grupo de 16 Cerlerianos ha pasado una semana inolvidable de esquí y montaña sin los requisitos mencionados.
Miguelín hizo las gestiones pertinentes y consiguió una casa que nos dejó con cara de tontos y con la boca abierta a todos. Con unos 25 minutos de desplazamiento a pistas.
El exterior no pintaba nada mal
La verdad es que no nos rozábamos, había espacio para todo
Pero lo mejor de la casa sin duda:
Las vistas al Montblanc desde el Jacuzzi
Después de una gran jornada de esquí
El primer día siguiendo las recomendaciones de Carles y Jaume fuimos a conocer la estación The Grands Montets (1235-3300 m), el forfait nos costó 46euros, que incluye la subida a la parte alta de la estación 3300 metros. Es una maravilla tanto por el espectáculo visual como por las múltiples bajadas. Probamos dos itinerarios fuera-pista impresionantes, aunque cabe destacar el que hicimos por debajo del teleférico con una entrada no apta para cardiacos
Alucinando con el Dru a la izquierda y el Montblanc al fondo.
Inicio de la bajada que nos esperaba.
En esta estación se puede esquiar TODO.
Tanto nos gustó que repetimos 3 días. En el segundo día nos cayó un paquetón de la leche y disfrutamos de la mejor nieve polvo, eso si, casi a ciegas.
Carles Junior no podía resistir la tentación de revolcarse por el Powder
El frío y la nieve hacía que se congelara toíto to.
Decir también que en Grands Montets el nivel de esquí es superior al resto de estaciones que he visto tanto en España como en las grandes estaciones de los Alpes, tenían un Snowpark impresionante, vimos a un tipo de “colorao” que dio un brinco de esos que vemos en los videos de Freestyle, a la tercera vuelta que llevaba en el aire perdimos la cuenta....
Esperamos al día que se preveía sol al 100% para hacer una excursión indispensable si se visita Chamonix, La Vallee Blanche . Subir en el teleférico de l´Aiguille du Midi, verte a 3842 metros y poder contemplar el majestuoso espectáculo no tiene precio.
Subiendo en el teleférico superamos la barrera de nubes.
Una imagen vale más que mil palabras.
La arista está muy bien equipada para pasarla sin problemas.
La bajada es muy larga, aproximadamente 20 kms, nosotros por lo numeroso del grupo, por ser la primera vez de la mayoría y demás, decidimos hacerlo por la ruta clásica y sin salirnos jamás de las trazas ya que ello supone el grave riesgo de caer a una grieta. La próxima vez que vayamos la haremos por la ruta “B” bastante más complicada y con buenas palas.
El Dru, la zona de roca más clara se desprendió recientemente.
Lástima que había mucha nieve y muchas grietas quedaban tapadas.
Cueva de hielo terminando el trayecto.
Al final teníamos sorpresita, más de hora y media de fila para pillar un huevo y un tren de cremallera que nos llevara de nuevo a Chamonix, pese a esto así un día para recordar que esto no le hace justicia.
Una parte del grupo intentamos subir al Montblanc con esquís de travesía, para ello cogimos el teleférico de L´Aiguille du midi y lo dejamos en la parada intermedia (Plan de L´Aiguille 2367m)
Miguel, Merche y Jaume al fondo empezando a andar, había muy pocas trazas, cosa que nos sorprendió muchísimo.
Carles y Miguel observando la zona de grietas y seracs en la cual nos encordamos para pasarla, tuvimos que saltar con piolet en mano una grieta de más de un metro de ancho y pasamos por puentes de nieve nada fiables que se iban desplomando a nuestro paso.
Había muchos “flanqueos” que me las hicieron pasar canutas y en esta pendiente cada vuelta maría me hacía sufrir lo mío ya que en esta parte un resbalón suponía llegar a Chamonix por la vía rápida. Sudé tinta, pero gracias a mis compis terminé superándolo.
Merche luchando como una campeona.
Llegamos al refugio de Le Grand Mulets, aún tenía una sorpresita guardada, una subida por la roca agarrándose a una cadena un pelín fría y con nieve fresquita.
Esa tarde nos dicen los guardas del refugio que por la vía normal hay un serac apunto de derrumbarse y pasar por ahí es como jugar a la ruleta rusa, nos aconseja que en caso de intentarlo lo hagamos por otra vía pero que nos encontraremos una pared de hielo complicada y recomienda pasarla con material adecuado (crampones de hielo, tornillos, cuerda....), nos desanimamos bastante, ahora nos explicamos porqué estamos solos en el refugio, excepto una pareja austriaca, ahora toca pensar y decidir que hacemos.
Nos despertamos temprano y la mañana nos da la respuesta, un día frío y nevando copiosamente nos hace desistir y emprender el descenso de vuelta a casa.
Baño y vistas del Refugio.
Bajada del refugio
El Montblanc seguirá estando siempre ahí y al no verlo claro antepusimos nuestra seguridad.
El resto del grupo estos dos días decidieron conocer la estación de La Flaine una estación divertida, con buen desnivel y muy buena nieve sobretodo en cotas altas.
Javi, María y Mireya inspeccionando un terreno fuera-pista entre pinos.
No podía faltar una buena cena con las típicas Fondues y Raclettes.
He intentado resumir tres posibles reportajes (Vallee Blanche, Montblanc y esquí en estaciones), en uno solo, vuelvo a repetir que ha sido una semana memorable, en un lugar mítico como Chamonix con sus majestuosas montañas, con una grata compañía que han hecho que todo resultara fácil y recordarnos a todos que estar juntos es cuestión de buena voluntad.