Para llegar desde la base de Nendaz (1400m) a la cima del Mont-Fort (3330m) tuvimos que realizar el siguiente recorrido mañanero...
Y una vez arriba, el paisaje sencillamente no se puede describir aqui, ni con texto ni con fotos....
Como veis, a Matamalos y a mi se nos ocurrió subir a la cruz de la cima, subir con botas de esquí por aquel paso helado fue una experiencia inolvidable, menudo acojone, yo pensaba durante la subida en la muerte tan estúpida e imprudente a la que nos enfrentábamos con un simple resbalón
Tras pasar buena parte de la mañana en la zona de Mont-Fort nos hicimos una bajada hasta la base Verbier...
La nieve en las zonas bajas era escasa y paposa aunque suficiente para llegar a la base esquiando
Tras remolonear en exceso por la zona de Verbier (a la que volveríamos más adelante) iniciamos la vuelta a casa, esta vez subiendo al Mont-Gelé (3023m) he iniciando desde allí un descenso largo y extenuante...
Iniciamos el largo descenso con desniveles atrevidos, bañeras descomunales, nieve transformada y caprichosa según la altura y para añadir un factor más, el reloj, ya que íbamos muy justos para llegar a Nendaz a través de remontes...
Lamentablemente nos cerraron los remontes de acceso a Nendaz y tuvimos que coger un ski-bus (gratuito) que une Siviez y Nendaz en 15 minutos de trayecto.
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