Domingo de travesía en Astún
Así fue que el sábado por la noche, luego de ver las webcams y de leer en el foro sobre las nevadas, decidí que al día siguiente subiría.
Una última mirada a las previsiones y las webcams el domingo por la mañana, y al coche!
Primera parada, en Villanúa, para alquilar material en Deportes Azus. Bueno, en realidad esa no fue la primera parada. Primero me pararon en el control policial que habían montado en Castielo. Menos mal que no llevaba prisa!
Con el material de travesía en el coche, el destino final fue el parking de Astún. Desde Canfranc Estación caían copos pequeños, aunque en las carreteras no llegaba a cuajar.
Como era de esperar, no había más de diez coches en el parking, todos traverseros... y yo, que de traversero no tengo nada!
Mientras preparaba el material para comenzar la trave me esforzaba en recordar lo que aprendí en mi salida de iniciación en 2011. Cómo colocar las pieles, cómo fijar o soltar el talón, las alzas. Buf, que estrés!
Pero en fin. Comencé la ascensión por el pasillo de salida. Había planificado tres rutas, cada una con diferente nivel de dificultad, de manera de poder elegir la que más se adecuara a las condiciones climáticas. Dado que la visibilidad era reducida, la ruta fue la más sencilla. Subir por la pista azul Toboganes hasta la llegada de Truchas.
Desde la salida de la Raca se veía gente subiendo hacia Llanos del Sol, ruta que también me hubiera gustado hacer a mí.
El camino hacia Toboganes era sencillo, con más gente delante que me sirvieron de soporte piscológico... y me abrieron huella para hacer más fácil la travesía
La primera parada, el desvío hacia Aguila. Agua y un poco de chocolate y a seguir.
Comienzó el primer tramo con pendiente fuerte, pero no eran más de cien metros. Y la ruta continúa por Toboganes. Ya falta menos!
Llega quizás lo que fue la parte más complicada, principalmente por la falta de visibilidad, que hacía que perderse fuese un riesgo real. Por suerte, tenía un grupo delante que me marcaba la subida.
El último repecho, ya con la zona de Truchas a la vista.
El paso es más lento aquí, porque el paquetón es importante!
La llegada a la terraza de Los Ibones, OBJETIVO CONSEGUIDO!
Rompiendo las reglas, tocó hacer picnic en un área prohibida, jaja. El bocata me supo a gloria y creo que con el almuerzo recuperé las calorías que quemé subiendo.
Luego, un breve paseo por las instalaciones. Momento de quitar las pieles y de volver a ajustar el talón de las fijaciones.
Aquí sufrí la falta de experiencia en el tema. Las fijaciones no se ajustaban, ni se ajustaban a la bota. Tuve que pelearme un buen rato con ellas hasta lograrlo.
El siguiente problema fue el hielo que se formó en las suelas. Los esquís bajaban como si tuvieran las pieles aún puestas. Tuve que rascarles el hielo un par de veces, no sin caerme por intentar esquiar de todas formas. Pero fue todo un aprendizaje.
De la bajada no tengo muchas imágenes por dos motivos. El primero es que la visibilidad empeoró mucho, y el segundo es que se formó hielo en la lente de la cámara, seguramente de las tres veces que visité el suelo, por lo que la imagen quedó borrosa.
La visibilidad mejoró un poco a la altura de Canal Roya, lo que me permitió hacer algunos giros en el powder. Y luego el camino de salida hasta el parking y de vuelta al coche.
A modo de conclusión, diré que la experiencia de hacer travesía en solitario ha sido más que satisfactoria, y no descarto repetir muy pronto. Es más, estoy pensando seriamente en cambiar las fijaciones de mis esquís por unas de travesía, como la Marker Tour F10 o similares.
Bajando me hicieron parar nuevamente en el control policial. Pero por suerte me paró la misma chica que me había parado al subir, que me reconoció y me dejó sin más. He aquí una idea para hacer menos pesadas las paradas de estos controles. Que chicas guapas como la que me paró a mi sean las que te pidan la documentación y además suene de fondo una canción acorde, como "She's an angel" de los Rolling Stones. Así casi ni me molestaría que me parasen!
La nota negativa de la jornada, para la pareja de franceses que en la carretera del pantano de Yesa hacían las curvas ocupando ambos carriles con su autocaravana. Luego del susto que me hicisteis pasar, debeis agradecer que no encontré un cambio de dirección, porque hubiese vuelto a buscaros para moleros a hostias!
Finalmente, os dejo el video resumen de la travesía.