En los últimos años, la práctica de esquí combinada con la gastronomía ha ganado importancia. De hecho, siempre ha sido algo así, pero parece que esta es una asociación cada vez más sólida y en crecimiento. Es muy sencillo: queremos esquiar por la mañana y después queremos acabar con una buena comida. O cena. Si es posible, que sea algo especial, único, auténtico, para así redondear nuestro día.
Aprovecho para hacer un pequeño reconocimiento a las estaciones de esquí de la vertiente norte de los Pirineos, donde el consumo del producto local es prácticamente una seña de identidad de cada estación. El producto y el tipo de cocina de los restaurantes podrá ser tradicional o moderna, pero prácticamente siempre estará vinculada al territorio.
Por supuesto que al sur de los Pirineos esta cuestión ya está casi normalizada y ofrecen muchísimo producto local, pero todavía nos queda un poquito para llegar a la exigencia que se da en las estaciones francesas.
Pero vamos al grano. Os invito a hacer un repaso gastronómico por algunas de las estaciones de esquí de la península ibérica para descubrir la gastronomía típica de cada pie de pistas.
Alto Campoo: la cercanía del Cantábrico
Que en una estación de montaña uno de los platos típicos sea el pescado, y no nos referimos a la trucha como podría tener su lógica, puede sorprender un poco. Es el caso de Alto Campoo, donde las rabas son una de las especialidades locales. Los otros platos típicamente autóctonos son el Cocido Montañés, los frijoles (parecido al cocido montañés) y las patatas con carne.
Para Las Ravas, visitad El Chivo, en la misma estación. Para comer cocido montañés una muy buena opción es La Casuca en Riaño, mientras que las patatas con carne tienen un buen referente en el restaurante Pico Casares, en La Lomba.
Baqueira es… la òlha aranesa
No falla casi nunca: si le preguntas por la gastronomía a un solo esquiador que ha estado en la Val d’Aran, aunque solamente sea una vez, es casi seguro que ha oído hablar, o mejor aún ha probado, la olla aranesa. Y es que este plato de cuchara es de lo más reconfortante cuando hace frío. Más aún cuando se necesita un vigorizante que te saque del cansancio de una jornada de esquí.
Olla aranesa (Foto: Viquipèdia J Candela).
No existe una receta única de Olla, y casi todos los restaurantes de la Val d’Aran tienen la suya. Lleva verduras, carnes, "pilota", legumbres (a poder ser alubia de Bossòst) y algunos le ponen arroz y fideos.
Restaurantes muy recomendables: en Baqueira 1500, la Borda Llobató, y en el valle Casa Turnay, en Escunhau, y Eth Restilé, en Garós. Pero tranquilos, la Olla aranesa es un plato nacional en la Val d’Aran, así que en todas las cocinas las preparan con el máximo cariño.
Candanchú y Astún: olla jacetana, migas y ternasco
Aunque estas dos estaciones se sitúan en valles de alta montaña, en plenos Pirineos, en el valle del Aragón, la cocina típica de ambas, y también la de Canfranc y Jaca, es la propia de Aragón, aunque con algunos matices, claro. Sería el caso de la Olla Jacetana, la propia de la zona, plato que comparte protagonismo en las cartas de los restaurantes con las migas y el ternasco.
Para probar la cocina típica del valle del Aragón, en la misma Candanchú se encuentra el restaurante Asador Estanés. Y una opción muy auténtica, pero que requiere traslado hasta Jaca, es el restaurant La Cadiera.
Cerdanya y el trinxat
La Molina y Masella como estaciones de alpino, pero también Guils-Fontanera, Lles y Aransa como estaciones de esquí nórdico, tienen en común un producto gastronómico en cualquiera de sus restaurantes a pie de pistas: el trinxat de Cerdanya. Ir a esquiar a la Cerdanya y no degustar este plato, a base de puré de trumfa (patata), col d'hivern y tocino, sería un sacrilegio.
No hay restaurante de la zona que se precie, que no lo tenga en su carta, y os aseguro que todos cuidan especialmente de cocinarlo con la forma tradicional. Tiene fama merecida el trinxat que sirven en el restaurant Hípica, en el pueblo de Prats, pero repito, en prácticamente todos los restaurantes de la Cerdanya el Trinxat es un plato muy valorado y por ello cuidado. Y de sabor peculiarmente exquisito.
Cerler, las carnes del Pirineo oscense
Quienes esquían en Cerler disfrutan de una buena y variada oferta gastronómica en forma de restaurantes en sus dos pies de pistas: el mismo pueblo de Cerler y Benasque. Se nota que los Pirineos de Huesca es zona de ganadería, especialmente la ternera. Siempre a la brasa y si es posible a la vista, eso sí. También hay mucha tradición con los guisos de caza local y las setas de la zona.
En Cerler hay tres buenas opciones: El Rincón, La Picada (especialistas en carnes y setas) y La Borda del Mastín. También son muy recomendables el restaurante de Ansils, cerca de Benasque.
Fuentes de Invierno y la fabada
Si se trata de una estación asturiana es casi seguro que habrá que probar la fabada asturiana. Y así es en Fuentes de Invierno. En el pueblo de La Raya destaca el Restaurante La Braña donde destaca la típica Fabada asturiana, pero estando tan cerca de León también es famoso por su cecina típica. De León, claro.
Port del Comte, los guisantes negros y la escudella de "blat de moro"
No tuve ninguna duda que para esta estación tenía que contar con la colaboración de Ferran Freixenet (Ferran & Pow), a quien todo el mundo en Nevasport le conoce como el "bloguero" del Port.
Y así fue. Contacté y no tardó en darme respuesta. Solo tenía una duda sobre cuál de los dos platos era más local o auténtico: si los guisantes negros, variedad originaria del Vall de Lord, o la escudella de "blat de moro", un plato muy local de La Coma y La Pedra, municipio en el que se encuentra su estación de referencia. Me quedé con los dos.
¿Y dónde pedirlo? Según Ferran hay tres sitios recomendables: los guisantes negros y la escudella en el restaurant de Les Fonts del Cardener, en La Coma y La Pedra. El restaurante Vilasaló (aquí solo guisantes) en Sant Llorenç de Morunys. Y finalmente en Ca l'Agustí en Cambrils de la Muntanya, es este caso los dos platos, pero de las tres poblaciones es la más alejada del Port del Comte.
Serra da Estrela
El esquí en Portugal, en concreto en la estación de Serra da Estrela, sigue siendo para muchos de nosotros el gran olvidado, así que propongo añadir el destino portugués, que por algo está en la península ibérica, como un destino a tener en cuenta.
El plato nacional en esta es el cordero con salsa de queso local, obviamente queso de oveja de la zona y la trout (trucha), cocinada de varias formas. Un buen restaurante en la zona es el A Torre, en la misma estación de esquí. Otra muy buena opción es Puro Restaurante, en Penhas da Saúde.
Sierra Nevada, de tapeo con pescaíto
Un caso con ciertas similitudes al lejano Alto Campoo. En el caso de la estación granadina, en la zona de Prado Llano, lo habitual es irse de tapeo (y por qué no, con las botas puestas!) a partir de las tres o las cuatro de la tarde. Muy recomendable La Mar Salá, de ambiente informal a partir de las cinco de la tarde e ideal para tomarse unos vinos, gambitas y pescaíto frito. Quien prefiera un local un poco más tranquilo y con un punto refinado, su mejor opción será en La Lonja, también en Pradollano.
Quien busque un ambiente con un toque más local, su mejor opción será El Purche, en la carretera de Sierra Nevada a Monachil, con su especialidad prácticamente de km 0: el plato Alpujarreño. Aviso: hay que llegar con hambre.
Y por supuesto, quien quiera desplazarse a disfrutar del ambiente après-ski con el toque exótico que ofrece la capital granaína, puede perderse por las calles cercanas al Ayuntamiento, plazas Bib Rambla y del mercado. Local recomendado: El Cartujano, aunque aquí su especialidad son las croquetas y las carnes en salsa.
Tavascán y Ordino Arcalís, la trucha
La estación de nórdico y alpino de Tavascan se encuentra en uno de los valles más alejados del Pirineo catalán. Aunque su cocina y producto local podría muy bien ser el mismo de toda la comarca del Pallars Sobirà, una zona con producto local muy variado y de calidad, compartiendo así el mismo producto de Port Ainé y Espot Esquí, lo cierto es que en Tavascán hay un producto estrella muy autóctono: la trucha.
Lo mismo sucede con la andorrana Arcalís. Por supuesto que la cocina de Ordino es prácticamente la misma que la de toda Andorra, pero en el valle de Ordino tiene algo más de incidencia la trucha que en otros valles del país. Probarla en Borda Raubert (La Massana), Hotel Coma (Ordino) y l'Era d'en Jaume (Llorts).
La receta original de la Truita de riu a l'andorrana se basa en freírla con jamón. Muy sencilla de cocinar y muy sabrosa. El único inconveniente es que, con frecuencia, se le considera más un plato más de verano que de invierno.
En el caso de Tavascan, los restaurantes de la zona la sirven de varias formas: tártar, al horno, a la piedra, ahumada y para los más gourmets también sirven caviar de trucha. La trucha no falla en las cartas del restaurant del refugio La Pleta del Prat, en el Hotel Estanys Blaus y Hotel Llacs de Cardós, en Tavascan, o alternativamente un poquito más lejos en el Hotel Pessets, en Sort.
Valdesquí, el cocido madrileño
El cocido madrileño es el plato típico de Madrid, y en la Sierra (Sistema central) más todavía. La base es siempre la misma, pero hay tantas pequeñas variaciones como cocineros/as. El plato se sirve en tres partes, empezando por el caldo, a continuación los garbanzos y verduras y finalmente las carnes. En Valdesquí se puede pedir en su restaurante pie de pistas. Otros restaurantes muy recomendables son El Pilón y Caldea, ambos en Rascafría, a unos 15 km. Recomendable reservar.
Vallter 2000 y Vall de Núria, la carne de potro
Aunque la tradición de comer carne de potro en los Valles Ribes y Camprodon viene de lejos, lo cierto es que en los últimos treinta años su popularidad se ha convertido en una realidad gastronómica identificativa de la zona. Son muchas las formas de degustar el potro: en estofado o a la brasa con salsas, por ejemplo.
En la Vall de Camprodon, pie de pistas de Vallter, es un plato habitual en la mayoría de restaurantes, pero destaca el Pont 9 como uno de los típicos. En Ribes de Freser o en Queralbs, pie de pistas de Vall de Núria, el restaurant Els Caçadors también destaca por tener en un su carta de platos habitual la carne de potro.
Pues hasta aquí la primera parte de este recorrido gastronómico por algunas de las estaciones de esquí. Por supuesto, me encantaría contar con vuestros comentarios sobre los platos “supuestamente” típicos de cada valle, y que he saboreado directamente en algunos casos. En otros, a la confianza de amigos y conocidos que tienen relación directa con las estaciones aquí arriba desglosadas.
Dejo para una segunda parte el resto de las estaciones, entre las cuales buena parte de las andorranas, Boí Taüll, Manzaneda, La Pinilla, las turolenses, y del norte: San Isidro, Valgrande-Pajares y Valdezcaray. Estaré encantado de contar con vuestra colaboración para estos últimos destinos.
¿Me ayudáis? Agradezco sugerencias de platos típicos por valle y un par de buenos restaurantes de apuesta segura para paladares un tanto exigentes.
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