Estaba previsto una nueva nevada tardía. Y vaya que nevó. Jairo y yo aprovechamos el festivo para subir a La Contienda, en Belagua. Incluso mirando webcams y modelos hasta la hora de salir de casa no sabíamos bien qué íbamos a encontrar. La carretera, blanca antes de acabar de subir el puerto, nos empezó a dar buenas sensaciones.
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Cierto es que, aunque había nevado abundantemente, no había base, por lo que había que ir esquivando piedras por la pista inicial. Aún así, qué bonito es andar por la montaña nevada! 😍
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La pértiga del llano marcaba 50 cm, pero las bajadas "clásicas" tenían una innivación demasiado irregular. Nos decantamos por seguir el circuito de raquetas que tenía mejor pinta. Jairo practicó sus movimientos de slalom en las varas. 😁
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Llegamos hasta una zona donde decidimos quitar pieles y repetir el homenaje a Farmer Dave. Dadas las condiciones (en especial la visibilidad), no se llega a apreciar el esfuerzo conjunto por "trabajar" la nieve que hemos hecho.
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Tampoco podíamos entretenernos mucho si queríamos usar nuestras huellas de subida para guiarnos en la bajada y no acabar en una sima 😰 así que pasamos a modo full-esquí
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Las pistas de fondo, que normalmente con un poco de ayuda de los bastones son esquiables, estaban peleonas. La nieve, húmeda y sin base, hacía zuecos en las suelas y frenaba el deslizamiento. A 200 metros del párquin yo tiré la toalla y preferí caminar 😂
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Pero qué sería una salida de gastro esquí sin comida y bebida? Como atletas de élite que somos, necesitamos ingerir una buena cantidad de nutrientes. De entrada, una tabla "Black Crows" de embutidos, seguimos con una txistorra de Arbizu y acabamos con una morcilla de Burgos. Para beber, un vermú de Castejón. Un café traído del 7-11 de Kioto (Japón) y, de copa, Poncha de Maracuyá traída de Madeira (Portugal) Toma menú, tú 😝
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