Reinhold Messner y el Yeti

Una vez mas, el grandísimo Reinhold Messner ha vuelto a sorprendernos al recuperar hace tan solo unos días, en el transcurso de un viaje a Irlanda, una de sus obras más curiosas. También hemos aprovechado la ocasión para volver a leer varias entrevistas y reportajes, que nos han ayudado a regresar a nuestras infancia...en compañía esta vez, de nuestra descendencia. Nada mejor que un buen libro para adquirir cultura y conocimiento. Quienes no leen libros ni van al cine, no saben lo que se pierden...

La sola mención de la palabra YETI, ejercía en mi una fascinación que me atrapaba en una espiral de misterio, espectación, sorpresa y miedo...Dicha fascinación se ha transmitido de padres a hijos, contando hoy en día con una tecnología mucho más avanzada tanto a nivel de investigación y de divulgación cultural, siendo mucho más fácil que antaño el poder adquirir información detallada, seria, sobre el tema. Desde el siglo XIX la figura del Yeti en el Himalaya y del Big Foot en los Estados Unidos ha llenado páginas y páginas de periódicos y revistas, la mayoría de veces con artículos realmente surrealistas, llenos de teorías absurdas sin fundamento alguno. No podemos negar que en alguna ocasión se han abierto interesantes debates, siendo varios los alpinistas y científicos que se han tomado el tema muy en serio, realizando investigaciones que han intentado arrojar algo de luz dentro de una gran oscuridad. Actualmente, una parte de la comunidad científica y el propio Messner siguen trabajando para aportar nuevos detalles sobre el tema, pero desde una dimensión mucho mas cercana, alejada de la fantasía del cine y las novelas de aventuras. 

Todo empezó cuando leí "Tintín en el Tibet", a comienzos de los años 80, considerada una de las mejores obras del belga Hergé, el padre de Tintín. Tras leer toda la obra de Hergé, sin lugar a dudas el libro que más me impacto, junto con "El Asunto Tornasol" (muy James Bond), "Las siete bolas de cristal" y "El Templo del Sol", fue uno de los libros donde aparecen menos personajes y la acción se reduce muchísimo. Me impactaron la profunda amistad con Tchang (el personaje está basado en un amigo real de Hergé) y el arranque en los Alpes, pero lo que más me dejó atónito fue la aparición del Yeti. Dicho ser me dejó una huella muy profunda, y empecé a leer y a documentarme sobre el tema. ¿Como podía haber sobrevivido una especie desconocida (híbrido entre animal y humano) a tamaña altitud entre el hielo y la nieve?, ¿que había de verdad en ello?, ¿superstición, leyenda?...La edición especial, publicada en 2010 por Editions Moulinsart, añadió detalles muy interesantes, incluyendo los bocetos originales de Hergé y mucha información adicional.

Eran tantas las preguntas que me hacía, que al no disponer de internet, ni del acceso a las hemerotecas que desponemos hoy en día, empecé a patearme bibliotecas por Barcelona y más allá, documentándome al máximo. Tampoco puedo pasar por alto varias aventuras del Tio Gilito, Miki, Goofy y el Pato Donald buscando al Yeti en la colección de cómics de Walt Disney, Don Miki...que a lo largo de los años 80 me ayudaron a viajar hasta lo lugares más remotos y recónditos del Himalaya. De todo lo que pude leer y visionar, no había nada que pudiera ser considerado como verídico, y con el paso del tiempo, fui relegando el tema al baúl de los recuerdos. 

Regresando al presente, con casi 80 años a sus espaldas, y cuando ya no le queda nada o casi nada por demostrar en el mundo del alpinismo, Reinhold Messner, el mejor alpinista de la historia, sigue enfrentándose a la montaña risueño como un colegial, con un mayor nivel de ironía que en el pasado y con muchas ganas de seguir aprendiendo. Hace ya unos cuentos años, la anulación de un viaje científico a Pakistan, debido a la amenaza talibán, volvió a llamar mi atención sobre el tema del yeti...y poco a poco, gracias a la prensa internacional, se recuperó un tema fascinante que apasiona al neófito y que de algún modo, sigue sorprendiendo a los mas escépticos. Cuando a Messner le preguntan por el Yeti, lejos de buscar de polémica, el alpinista y aventurero se apoya en la lógica y el razonamiento científico (como debe ser), abriendo la puerta a una posibilidad mas que razonable: que el Yeti sea una especie de oso todavía sin descubrir o clasificar.
 
En su momento, Messner comentó en un reportaje que publicamos en Desnivel:  

- “La gente ha extendido multitud de leyendas y rumores, no yo. En mi caso, siempre he defendido que el Yeti no es un ser atroz, no creo que sea un monstruo. La fantasía occidental, apoyada por Hollywood desde los tiempos de King Kong, ha ayudado a desarrollar una imagen que no creo que sea cierta. El Yeti es una especie de oso, puede que mas grande que la mayoría de osos que conocemos y mas grande que algunas especies que viven en el Himalaya. Con el tiempo dicha especie se habría adaptado a vivir a tamaña altitud y habría desarrollado un modo de vida particular y es algo que tengo ganas de investigar".

A finales de 2013 se publicaron los resultados de dos análisis realizados por el genetista de la universidad de Oxford, Bryan Sykes, quien concluyó que el temido Yeti podría en realidad ser una subespecie híbrida entre oso polar y oso pardo. Tal y como se publicó en Desnivel, Sykes apoyó sus afirmaciones en los resultados obtenidos del análisis genético de varias muestras de pelo atribuidas a dos ejemplares de Yeti, uno de ellos fue avistado en Ladakh (Kachemira)  y el otro procedía de Bhutan. El profesor Sukes posteriormente comparó las secuencias de ADN con la base de datos de animales Gen Bank y sacó sus propias conclusiones. En 2015, varios medios publicaron que Sykes, había descubierto un yeti "en una mujer salvaje", llamada Zana, quien vivió en Ochamchira, una ciudad de Abjasia durante el siglo XIX.

Decidido a buscar muestras sobre el terreno y ampliar conocimientos sobre los hallazgos de Sykes en un laboratorio, el proyecto de Reinhold Messner terminó antes de lo previsto, sin talibanes ni Yeti. Messner no llegó ni siquiera a Pakistán, debido a varios factores tal y como ha explicó el propio Messner a varios medios italianos.

El veterano ochomilista residente en Val di Funes, formaba parte de una expedición científica británica que quería probar de un modo definitivo y sobre el terreno, la existencia de un nuevo espécimen de oso en el Karakorum. Con tal propósito se reunió a un equipo de científicos y montañeros experimentados con la intención de recoger muestras de ADN que podrían confirmar una interesante teoría sobre el cruce de especies. Dicha teoría defiende que en la antigüedad, dos especies de osos se cruzaron tras las grandes glaciaciones, dando fruto a un animal real, que vive en condiciones extremas a gran altitud. Según Messner, sería a partir de del hallazgo de las primeras evidencias sobre la existencia de dicho oso, cuando nació la leyenda del Yeti.

Durante una escala, los organizadores de la expedición informaron a Messner de que el productor del documental que se filmaría durante la expedición, quería posponer el viaje, debido en parte a una fuga de información sobre el propósito del viaje. Según los organizadores, dicha fuga de noticias podría poner en peligro la integridad de los expedicionarios, debido a la presencia de talibanes en las áreas que esperaban atravesar para llegar hasta el punto donde pretendían buscar muestras de ADN animal. Tras esperar durante un tiempo, la expedición no recibió la luz verde y Messner regresó a Italia.

Nos gustaría destacar que en 1998 Messner publicó un interesante libro (editado en España por Ediciones Desnivel en 1999) sobre el tema, titulado "Yeti: leyenda y realidad", donde expone sus teorías y su visión personal. La historia se remonta a 1986, antes de regresar a Nepal donde tenía pendiente la escalada del Makalu y el Lhotse, los dos ochomiles que le quedaban para completar los 14. Durante un largo periodo de tiempo, Reinhold Messner realizó varios trekkings por el Tibet en solitario, recorriendo rincones de gran belleza dentro de la zona prohibida por el gobierno chino. Consciente de las prohibiciones que existian en China a la hora de hablar sobre el Tibet, Messner decidió seguir los pasos del pueblo Sherpa, quienes, procedentes de la región de Dege, cruzaron la cordillera del Himalaya hasta llegar al Khumbu, donde viven actualmente. Fue durante ese viaje iniciático, cuando Messner tuvo los primeros encuentros con un animal que los lugareños llaman “tshemo”. Es un animal muy parecido a un oso y es muy raro de ver pues suele aparecer de noche.

Según Messner, fue a partir del encuentro con dicho animal, cuando empezó a interesarse sobre el tema, llegando a la conclusión que de noche y a gran altitud…el encuentro con ciertos animales puede resultar mucho mas terrorífico de lo que parece. El primer encuentro de Messner fue de noche, junto al campamento que había instalado. Tal y como le habían explicado varios Sherpas, el animal emitía una especie de silbido, un sonido muy particular, pero no llegó a atacarle pues el italiano se alejó discretamente. Messner ha fotografiado sus huellas varias veces y dicho material, le ha reportado mas de un problema en Alemania, acusándole de utilizar al Yeti para dar publicidad a sus gestas. Quienes defienden la labor divulgativa del alpinista italiano, saben perfectamente que alguien como Reinhold Messner, primer ser humano en hollar la cumbre de los 14 ochomiles del planeta sin oxígeno, no necesita a nadie a nivel publicitario.
 
El Yeti en el mundo del cine
 
Dejando a un lado el Bigfood americano, "Expediente X" y las películas basadas en bestias u animales salvajes que pueblan las Montañas Rocosas (hay muchas y algunas realmente buenas), vamos a centrar nuestra atención en el Yeti como personaje central de varias películas. Resulta interesante observar la evolución de dicha criatura a lo largo de la historia del séptimo arte, pues las primeras aproximaciones (mas o menos acertadas) sobre el tema las encontramos después de la Segunda Guerra Mundial, W.Lee Wilder dirigió "The Snow Creature" en 1954, una de las primeras películas (rodada en las rocosas en blanco y negro) donde se detalla el proceso de búsqueda y contacto con el Yeti por parte de una expedición científica, en esta ocasión norteamericana, y de su posterior traslado a Los Ángeles para ser estudiado.

En 1957 llegaría una de las mejores aproximaciones al tema, de la mano de la mítica productora británica Hammer. Dirigida por Val Guest, "El abominable hombre de las nieves" (editada en DVD en España) nos presenta, también en blanco y negro, a un equipo de científicos que buscan al Yeti en el Himalaya, entablándose un enfrentamiento a nivel moral debido al cruce de intereses dentro de la expedición. Por un lado está la ciencia y por otro la publicidad (el factor comercial) que obtendría el primer ser humano que encontrara a la criatura que, según parece, habita en la cordillera mas alta del planeta. En la película, destaca la presencia del siempre eficaz Peter Cushing.

 
Tras una serie de películas donde la ciencia se mezclaba con el cine de montaña y el suspense, el mundo del cine no tardaría en abrir la caja de los truenos, demostrando no tener ningún reparo a la hora de situar al abominable hombre de las nieves fuera de su entorno habitual, llevándolo incluso a grandes ciudades, como si de un hermano de King Kong se tratara. ¡Cuanta razón lleva Reinhold Messner al criticar la falta de seriedad y sensibilidad sobre el tema!. Italia, la tierra de Messner, también se apuntó a la moda del Yeti, siguiendo la estela de los grandes maestros del terror como Dario Argento o la familia Bava, que por aquel entonces se estaban labrando una gran reputación. El cine de terror italiano se había convertido en una entrañable factoría de monstruos y criaturas de todo tipo y el filme "Yeti, el abominable hombre de las nieves" (1977) es una buena muestra. Dirigido por Gianfranco Parolini, quien por aquel entonces se hacia llamar Frank Kramer, el filme se convirtió en todo un ejemplo de imaginación y surrealismo, estrenado en Italia bajo el título de "Yeti, Il gigante del 20° secolo".

Como broche de oro a las rarezas tenemos "La maldición de la bestia", película española dirigida por Miguel Iglesias en 1975 con Paul Naschy, donde se mezclaba al Yeti con el Hombre Lobo y para rematar…y aunque no tenga nada que ver con el tema, en España llegó a estrenarse en 1970 "El abominable hombre de la Costa del Sol" dirigida por Pedro Lazaga. Con el pasar de los años, las películas sobre el Yeti se han instalado cómodamente en el subgénero del cine de terror de montaña, llegando algunas a rozar la comedia y en muchas ocasiones, el ridículo más extremo, de una forma totalmente deliberada. 

Un ejemplo de ello lo encontramos en "To Catch a Yeti", una comedia de acción familiar (que ha envejecido fatal) dirigida en 1995 por el maestro de los efectos especiales Bob Keen ("La Historia Interminable", la saga Star Wars, Alien), donde un Yeti se esconde en una ciudad norteamericana…con Met Loaf de protagonista. En 2008 Paul Ziller dirigió la inclasificable "Yeti: La maldición del demonio blanco", donde se nos narra la odisea que vive un equipo de futbol de una escuela al estrellarse su avión en el Himalaya. En 2011 el actor y director británico David Hewlett (visto en "El origen del planeta de los simios") fue el encargado de dirigir la catastrófica "La furia del Yeti", donde unos cazadores de tesoros se las verán con una extraña criatura que permanece oculta en los hielos del Ártico.

Y atención, porque en 2013 el director finlandés Marko Mäkilaakso dirigió en Bulgaria y en solo 13 días: "Yeti, Deadly Descent", donde unos amigos que practican deportes en la nieve se encuentran cara a cara con el Yeti.Para finalizar, añadiré que me ha resultado muy interesante y curioso a la vez, el documental hindú "Yeti"(2008), dirigido por Akhil Bali.

Como el lector podrá observar, el Yeti ha alimentado y seguirá alimentando la imaginación de director y guionistas, no obstante, creo que deberíamos subir el nivel de exigencia a la hora de tratar ciertos temas como el que nos implica, respetando y dignificando a la montaña y a la ciencia de un modo que no siempre se observa en una gran pantalla.