Pícaros los hay en todos lados, y en Austria tampoco se salvan. Nada menos que 12 empleados se estuvieron repartiendo durante 10 años todos los ingresos por pagos en efectivo que se hacían por el alquiler de los llamados Zipfelbobs, que se usa para tirarse por la pista de trineos.
El fraude se destapó cuando se cambió el Director General de Bergbahn Lech-Oberlech GmbH & Co KG, la empresa que gestiona las instalaciones de la estación de esquí de Lech. Entró en el cargo en diciembre de 2022, y cuando examinó las cuentas del alquiler de los Zipfelbobs pensó que los ingresos eran anormalmente bajos por lo que comenzó una investigación interna con el apoyo de una firma de auditoría y consultoría tributaria, así como un despacho de abogados.
Poco más de un año después, a principios de este 2024, pudo descubrir el fraude: se quedaban los pagos efectuados en efectivo y no los anotaban en la caja registradora. La empresa calcula que en estos 10 años los 12 empleados se han repartido un mínimo de 370.000 euros, es decir, unos 31.000 euros cada uno.
De todo esto la empresa informó este pasado martes 14 de mayo en una reunión de accionistas, en que también se ha asegurado que se ha notificado de esto al departamento de Hacienda, ya que el estado ha dejado de cobrar el IVA e impuestos correspondientes.
En cuanto a los daños económicos causados al ferrocarril de montaña, estos serán reclamados mediante acciones legales por parte de las personas implicadas.