GUÍA para CONVENCER a tus PIES y a TI mismo de qué CALZADO os hace falta y por qué
Qué puedo decirles yo para convencerles de las ventajas de un buen calzado?? Vamos a pensar por qué razones el ser humano ha dejado de ir descalzo. Ya veréis cómo esto nos va a aclarar las ideas a nosotros y a nuestros pies.
Pero permitidme que, antes de nada, apunte algunos casos en los que sí resulta adecuado ir descalzo:
1.- Andar, correr o hacer deportes playeros sobre la arena.
2.- Nadar. También correr sobre el césped de la piscina.
3.- Andar por casa.
4.- Pisar la uva.
5.- Pisar brasas en un pueblo de Soria. Si eres de fuera, más vale que no pruebes…
Y aparte de esto, poco más. Ahora en serio, para casi todos los "deportes al aire libre" vamos a tener que “vestir” nuestros pies por muchas razones:
1.- Protección contra heridas o erosiones. A veces fallan en esto las que yo llamo super-sandalias de monte, porque te puedes herir en los dedos o empeine, que están al aire. También hay ciertas chanclas cuya suela es tan blanda que pueden llegar a no cumplir con este propósito.
Pueden protegernos además de "picaduras de víboras" o "alacranes". (Por cierto, ojo con dejar las botas por ahí tiradas en el huerto y luego calzarse sin mirar…)
2.- Amortiguación. Para evitar microchoques que se producen sobre las articulaciones (sobre todo al correr) y que a la larga son traumáticos para el tobillo y la rodilla. Con el tiempo va a repercutir también en cadera y espalda...
Fundamental, si voy a correr, no escoger un terreno demasiado duro (asfalto), sobre todo si es muy uniforme (carretera), y pasan muchos coches (M 30!) No, venga, en serio… que machaca mucho más un suelo completamente plano. Lo ideal es correr por hierba, tierra; terrenos además con variaciones de pendiente, etc…
3.- Agarre. Para no deslizar. En cuanto al dibujo de la suela, va igual que en los coches y las motos: Para superficies más deslizantes como nieve o barro, pues suela de taco más gordo. Si no, pues suela más lisa, como en las zapatillas de escalada. Habría mucho que hablar sobre calidades de gomas, dureza, etc…
Que sepáis que cuanto más calor hace, la goma de la suela se agarra más. (Esto lo aprende uno escalando en adherencia. Esperábamos a que el sol hubiera calentado el granito de La Pedriza…)
Recordad también, que con la suela mojada, la roca pulida de las orillas de los ríos o barrancos puede ser mortal. En este sentido, os aseguro que, aparte del hielo, un árbol viejo atravesado en un barranco y el verdín que recubre las piedras en algunos torrentes de agua fría, son lo más resbaladizo que hay.
4.- Aislamiento térmico. Qué chungo es pasar frío en los pies, verdad? El calzado nos protege del frío y de algo aún más importante, la humedad; un pie mojado se enfría muy rápidamente y puede llegar a sufrir congelaciones con mucha más facilidad que uno seco. En "alta montaña", no uséis botitas ligeras tipo trekking (aunque sean de gore u otra lámina impermeable… porque en los pliegues de la bota, el poro de la lámina se acaba abriendo) Prever polainas como complemento de las botas para impedir la entrada de nieve!
Para el que no lo sepa, existen ya botas de esquí con su calefacción a pilas incluida! Están también esos sobrecitos (nosotros los comprábamos en Decathlon) que los agitas y los metes en la bota. Dan calor durante un tiempo. En alguna ola de frío ya nos han venido bien, ya!
En el otro extremo, pensad que un pie demasiado abrigado es un pie cocido donde proliferan otro tipo de problemas como hongos, etc... Ojo con hacer el "Camino de Santiago en Agosto y con botas de monte"!
5.- Protección ante distensiones ligamentosas y/o musculares en situaciones de riesgo como esquí alpino, descenso de pedreras, etc. Aquí, o llevas una bota de caña alta o te juegas los tobillos, por muy bueno que seas…
En fin, que un buen calzado deportivo es aquél que se ajusta anatómicamente y se adapta fisiológica y biomecánicamente a mis pies; limitando lo menos posible sus movimientos (gracias a lo adecuado de su forma, tamaño, peso…) y creando una nueva unidad funcional junto con ellos, que permita el desarrollo de una determinada actividad física garantizando unos mínimos en cuanto a amortiguación, agarre, aislamiento térmico y protección contra heridas y/o distensiones.
Uff. Os juro que la definición también es mía…
No sé si habremos convencido a mis pies de que se dejen ayudar… pero en cualquier caso, ha sido divertido pensar un poco.
El próximo lunes voy, como siempre, a intentar fundir mis conocimientos como osteópata, con mi experiencia de la montaña, para hablaros sobre… ¿Sé realmente andar o puedo aprender a hacerlo mejor?? (Trucos para desenvolverse mejor en terrenos abruptos).
Muchas gracias, de verdad, por haberme seguido hasta aquí. Un abrazo, amigos.
Carlos Marcos