En la ciudad de Kotor, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se inauguró en el verano de 2023 uno de los teleféricos más espectaculares de Europa. Conecta esta ciudad costera con el parque nacional de Lovćen, dando espacio a la movilidad sostenible en el corazón de este sugestivo entorno natural. Un proyecto que, durante la fase de construcción, representó un verdadero desafío, superado, en parte, gracias a las tecnologías sostenibles de LEITNER.
En Europa, una conexión directa entre mar y montaña no es nada habitual. Hoy, en Montenegro, esta rareza es una realidad: la telecabina para 10 pasajeros “GD10 Dub Kuk” parte de la ciudad portuaria de Kotor (Dub) y recorre un trayecto de 3,9 km para llegar hasta la localidad de Kuk, ubicada en el monte Lovćen, a 1348 metros sobre el nivel de mar.
Lo que más impresiona, además de la vista espectacular de la pintoresca bahía de Kotor, es el audaz desnivel que separa la estación de llegada de la de partida: nada más y nada menos que 1.316 metros.
La instalación de casi 25 millones de euros cuenta con 48 cabinas Diamond EVO completamente acristaladas, con asientos de madera y sistema de iluminación para el uso nocturno. Hasta 1.200 personas por hora podrán disfrutar del viaje de solo once minutos que conecta la estación inferior de Dub con la superior de Kuk, una reducción significativa del tiempo de desplazamiento con respecto a los 45 minutos que actualmente se tarda en coche por una carretera con 25 curvas
Tecnología LEITNER, sinónimo de máxima sostenibilidad
El corazón de la instalación late gracias a la tecnología DirectDrive de LEITNER. La instalación se destaca no solo por su elevada fiabilidad, el ahorro energético de hasta el doce por ciento con respecto a los sistemas tradicionales y la facilidad de mantenimiento sin necesidad de lubricantes, sino también, y sobre todo, por su tecnología extraordinariamente silenciosa.
El sistema de accionamiento, ya de por sí eficiente, se completa con el convertidor de frecuencia LeitDrive, que, al coordinarse a la perfección con el motor, garantiza una elevada eficiencia global: un 96 por ciento en todos los intervalos de carga. El empleo de estas tecnologías ha permitido aumentar aún más la contribución de la instalación a la sostenibilidad.
El proyecto permitirá prescindir casi por completo de la sinuosa carretera de Njeguš, lo que supondrá una notable reducción del tráfico motorizado y, como consecuencia, de las emisiones de CO2 procedentes de coches y autobuses.
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El nuevo “GD10 Dub Kuk” de Montenegro conecta directamente mar y montaña
Soluciones especiales para condiciones especiales
La realización de la instalación en los plazos establecidos requirió, por distintos factores, un gran esfuerzo de parte del equipo encargado del proyecto. Debido al poco tiempo disponible, por ejemplo, el montaje se completó durante el invierno, a pesar de la nieve que, en algunos casos, llegó casi al metro y medio de altura. De hecho, no muy lejos de allí se encuentra la estación de esquí de Ivanova Korita - Cetinje, inaugurada en 2015 y también dentro del Parque Nacional Lovcen.
Los casi cuatro kilómetros de largo de la instalación y los trazados que, en algunos trayectos, debían pasar por un centro urbano requirieron soluciones especiales. Debido a la distancia que debía cubrirse, excepcionalmente larga para un teleférico monocable unidireccional desembragable, se empleó un cable particularmente robusto de 58 milímetros de diámetro que se dividió en dos y se trasladó desde Italia hasta Montenegro en dos tambores de 60 toneladas cada uno para facilitar el transporte.
Dado que las dimensiones de esta instalación superan considerablemente las que se utilizan en contextos alpinos, fue necesario adaptar también las características estructurales a las condiciones particulares del proyecto. Un ejemplo de esto es el refuerzo de puntos específicos de la estación superior para que pudiera soportar la tensión generada por la elevada fuerza de tracción del cable de casi 120 toneladas, un tercio más que otras instalaciones de este tipo.
Otro factor determinante es la pronunciada inclinación a lo largo del trayecto recorrido, que llega a un ángulo de 45 grados, y que llevó a elegir, por ejemplo, pinzas modelo LPA-EVO, las más grandes de la gama LEITNER, diseñadas para cables de hasta 64 mm de diámetro.
Otro aspecto que requirió particular atención por parte del equipo encargado del proyecto fueron las condiciones geológicas y topográficas del área de intervención. Un desafío que implicó no solo la búsqueda de la posición más adecuada para algunas de las 19 pilonas de línea, debido al terreno rocoso y en algunos puntos poco accesible, sino también el desarrollo de soluciones ad hoc para la instalación de los cables de señal y de comunicación.
