Con estaciones como Grandvalira, con 210 kilómetros de pistas, y Vallnord, con 93 kilómetros esquiables, Andorra es un referente para los deportes blancos en Europa. Grandvalira amplía en un 5% la superficie esquiable con nieve de cultivo y sigue dando impulso al freeride y a las zonas debutantes. La estación sorprende por su hotel de hielo, el Iglú Hotel, donde es posible pernoctar y disfrutar de una experiencia única. Además esta temporada la estación celebra 10 años desde su creación finalizando la nueva pista Àliga, de 2,9 kilómetros y 50-60 metros de ancho. Para los más pequeños o los que empiezan en el mundo del esquí una buena opción son las estaciones familiares de Naturlandia y Parador Canaro que completan la oferta con actividades en la nieve para todos los públicos.
En Andorra, el bienestar es una actitud. Caldea y su nuevo anexo Innú suman 42.745 m2 dedicados al wellness. Por separado, Innú es un centro termal orientado a la persona y a la pareja; mientras que Caldea sigue siendo la referencia para descansar y disfrutar de las aguas termales en familia o amigos.
Otro de los principales atractivos del Principado son las compras. En los 1.200 comercios existentes se pueden encontrar productos de los cinco continentes, de marcas internacionales de moda a precios competitivos y exentos de impuestos hasta un límite, marcado por las franquicias aduaneras. La mayoría de tiendas abre de lunes a domingo, de 9 a 21 horas y sólo cierran 4 días al año. Pero, tras las últimas compras, la actividad en el País de los Pirineos se alarga hasta altas horas de la madrugada en los locales más concurridos.
Andorra también es el lugar idóneo para disfrutar de tiempo en familia. Las opciones para los más pequeños van desde un fantástico día de nieve en la pista en el Family Park, hasta las camas elásticas Jump o un paseo con trineos en Vallnord. Fuera de las pistas, las opciones familiares no terminan. Visitas al Museo de la Electricidad, al Palau de Gel o comerte una hamburguesa en AndburgerZero, son algunas de las propuestas. Lo ideal es acabar la jornada, por ejemplo, en una de las suites temáticas del Hotel Ski Plaza, decoradas con motivos fantásticos y personajes animados.